El sector del vino español ha vivido un 2020 extraño. Por un lado ha recibido un gran mazazo a nivel económico en su negocio. Sin embargo, también ha sabido reinventar su forma de vender, el online ha ganado peso; y las exportaciones se han consolidado al alza. Pese a todo, el impacto se ha notado. Por eso, las ayudas que vienen de Bruselas son más necesarias que nunca.
Aunque esta vía tampoco será sencilla. La Comisión Europea cree que es «difícil» encontrar una justificación para poder dedicar fondos adicionales al sector del vino, que ya recibe «más de 1.000 millones de euros» en fondos europeos para una producto que no es «perecedero», y sugiere a los Estados miembros utilizar las flexibilidades ya previstas para encontrar una salida a la crisis que atraviesa.
Esta fue la reacción del comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, durante la reunión de ministros del ramo de toda la UE la semana pasada, en la que el español Luis Planas defendió la declaración en la que España y otra docena de países pidieron ayudas adicionales para ayudar a un sector golpeado por partida doble por el cierre de la hostelería y los aranceles de Estados Unidos.
Esta petición deben analizarse a la luz de las dificultades que atraviesa la economía en general. Otros sectores de la economía han sido golpeados tan duramente como el de la hostelería y la restauración o el turismo. En agricultura, la carne de ternera, las flores y plantas y las patatas procesadas no reciben ningún apoyo de la PAC», dijo el polaco en el debate que tuvo lugar a puerta cerrada, según consta en el discurso distribuido por el Ejecutivo comunitario.
¿SIN MÁS AYUDAS AL VINO?
«Es difícil justificar en estas circunstancias conceder más apoyo a un sector (el vino) que recibe más de 1.000 millones de euros al año de ayudas europeas con una producción que no es perecedera», añadió el comisario de Agricultura.
Wojciechowski trasladó a los ministros que es «totalmente consciente» de la «complicada situación» que atraviesa el sector europeo del vino y por eso Bruselas adoptó el pasado año «dos nuevas medidas de crisis para apoyar la retirada de vino del mercado tanto definitivamente como a través de la destilación o el almacenamiento de crisis».
Además, recordó que se ha aumentado un 20% la tasa que paga la UE en todas las medidas financiadas bajo los programas comunitarios del vino, lo que supone un «alivio financiero adicional» para el sector. También enfatizó que el nuevo presupuesto comunitario acordado recientemente por los Estados miembros y el Parlamento Europeo no prevé un aumento de la dotación para el sector.
El responsable de Agricultura de la Comisión Europea subrayó, en la misma línea, que «cualquier paquete de ayuda adicional» sólo podría salir de la reserva de crisis, algo que «iría en detrimento de los pagos directos para agricultores y ganaderos de toda Europa.
«Comparto que mejorar la competitividad del sector es muy importante», expresó también el polaco, para cerrar su intervención sugiriendo que se haga «el mejor uso de las herramientas y flexibilidades que se ofrecen a los Estados miembros y al sector del vino para resolver la situación de la oferta».
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, había intervenido antes en la reunión en nombre de 14 socios comunitarios para reclamar al Ejecutivo comunitario recursos adicionales para el sector que fueran más allá de las flexibilidades aprobadas en el contexto de la pandemia o la utilización de la reserva de crisis.
La iniciativa fue apoyada por Austria, Bulgaria, Croacia, Chipre, República Checa, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Malta, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia. Más tarde recibió el apoyo de Alemania, según el ministro español.