La gestora Buy & Hold pierde la esperanza en España y apuesta por internacionales del turismo

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La gestora de fondos de inversión valenciana Buy & Hold SGIIC ha terminado su proceso de reubicación territorial y estratégico. Por un lado, la gestora presidida por Julián Pascual ha trasladado sus vehículos de inversión a Luxemburgo, donde puede jugar con las cuentas ómnibus, mientras que ha orientado sus líneas de actuación hacia los valores seguros en renta variable y ha apostado por la reactivación turística tras la pandemia en la fija. Todo esto, alejándose de España tanto a nivel geográfico como en cuanto a empresas nacionales en cartera.

En su fondo de renta variable B&H Equity, con 86 millones de euros en cartera, la firma dice querer apostar por valores seguros ya que, como explica Pascual, no solo si una empresa quiebra el inversor pierde el dinero; si va mal, el inversor tampoco va a haber ningún fruto en la apuesta.

Por otro lado, aseguran haber obtenido una envidiale rentabilidad del 29% en bonos y renta fija en solo 12 meses, por lo que la firma ve respaldada su apuesta por la prudencia frente a «los que dicen que es imposible ganar dinero con renta fija».

Rafael Valera, consejero delegado de la firma, explicaba que consiguieron esto vendiendo y poniendo las carteras en al menos un 20% de liquidez, al desconocer cuál sería el comportamiento de los clientes frente a la pandemia. «Lo que hicimos es pecar de prudentes, pero no nos arrepentimos».

Con estos razonamientos, Buy & Hold se planta ante la pandemia y se reafirma como gestora conservadora apostando en renta variable por tecnológicas norteamericanas, (las compañías estadounidenses forman el 58% de su cartera), el sector del lujo (con la francesa LVHM) y las aerolíneas, confiando en un boost del turismo tras la vacunación.

En este sentido, en renta variable la firma busca a «empresas sin deuda con caja neta, con alto retorno sobre el capital, con fuertes barreras de entrada, que tienen unas patentes únicas o marca líder que en sus sector», en definitiva, con tendencias a su favor». De hecho, a Buy & Hold la atraen las empresas oligopolísticas o incluso cercanas al monopolio, tal y como afirmaban sus socios en rueda de prensa este miércoles.

En total, la financiera gestiona actualmente activos por valor de 210 millones de euros, y se congratula de haber atraído a 1.800 clientes nuevos en cuatro años, así como de contar con cinco estrellas Morningstar en cuatro de sus fondos.

ESPAÑA

Es por ello por lo que en España, por ejemplo, una de las pocas empresas que aún suscita el interés de la financiera es Vidrala, empresa de fabricación de vidrios parte de un sector que suele tomar forma de oligopolio local en numerosos países, como señalaba Rafael Valera, y en el que la industria low-cost china no puede inmiscuirse debido al alto coste del transporte.

Tan solo Vidrala y la tecnológica Amadeus se ganan los elogios de Buy & Hold, en tanto que desde la gestora advertían de que «las mejores empresas del mundo no son españolas«, en España no hay empresas con las suficientes competencias «como para ser oligopolísticas o monopolísticas».

En el caso de Amadeus, cuentan con esta española en cartera por su enorme «ventaja tecnológica» respecto de sus rivales directos, con unos «servicios para aerolíneas superiores» a los del gigante Sabre.

Sumando a estas las entidades financieras españolas que protagonizan su cartera de renta fija (Cajamar, Ibercaja y Abanca), Buy & Hold no se desentiende por completo de España, aunque reconoce en nota de prensa que ahora sus carteras reducen «las apuestas españolas a compañías que conocen muy bien porque llevan invirtiendo en ellas mucho tiempo», volviendo la vista a las norteamericanas.

TURISMO POST-PANDEMIA

Buy & Hold confía en que una vez vencida la pandemia, el sector del turismo se relanzará. Por ello, guardan posiciones en las aerolíneas de bajo coste Ryanair y Wizz Air. Valoran positivamente el modelo low-cost, ya que en el caso de Ryanair, como señalaba Julián Pascual, el hecho de que la mayoría de sus pilotos están contratados como autónomos dota de una valiosa flexibilidad a la compañía.

Asimismo, apuestan en un 3,2% por Carnival, la empresa de cruceros más grande del mundo: «Aunque el sector del turismo ha sido uno de los más castigados de la pandemia, pensamos que esta es una de las compañías con mayor solidez financiera del sector y de las mejor posicionadas para retomar la actividad una vez superada la crisis sanitaria», defiende el presidente de la gestora.

TECNOLOGÍA

Para su fondo de renta variable, Buy & Hold confía en las tecnológicas norteamericanas como Microsoft o Amazon. Pero el hecho de que un 58% de su cartera esté ahora ligada a Estados Unidos no significa que confíen o lo deleguen todo al entorno macroeconómico.

Preguntado por las expectativas ante el plan de Biden de 1,9 billones de dólares frente al Covid, el presidente de la gestora decía que no escogen a empresas que requieran de un push de ayudas estatales, sino que analizan «caso por caso», buscando aquellas que «van bien por su cuenta». Es por ello por lo que se consideran «inversores de valor», aunque el valor se haya convertido en un término «prostituido», según aseveraban desde la firma.

Además de Microsoft 4,9%, su segunda mayor posición en la cartera de renta variable, la gestora también apuesta por la tecnológica francesa Safran.

En otro orden de cosas, preguntados en rueda de prensa por las salidas a Bolsa de Línea Directa y Fluidra, desde la gestora opinaban que, respecto a Línea Directa, esto era una «buena noticia para los inversores, que podrán decidir si invertir en el banco o en la aseguradora», mientras que, sobre Fluidra, comentaban que era un «movimiento técnico» que, más allá del boost habitual del día de salida, a la larga su producto no va a cambiar por cotizar en Bosla.

También comentaron que no se plantean la inversión en criptomonedas, al ser unos activos «sin sustrado de fondo», y que no están sostenidos en nada más que «en la confianza de la gente». Una apuesta colectiva que no habría sido posible sin Internet y las redes sociales, comentaba Julián Pascual.