La tortilla con o sin cebolla refleja las eternas diferencias entre españoles. Sin embargo, hay otra cuestión -los precios de la electricidad-, que unifica el malestar conjunto de particulares, empresas y grandes industrias. Todos coinciden en que suponen costes muy elevados, bien sea para las facturas domésticas o las cuentas empresariales.
Y por encima de todos destacan, como su propio nombre indica, los consumidores electrointensivos. Hablamos con el director general de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), Fernando Soto, cuya preocupación no es pedir más para sus empresas asociadas, sino simplemente poder competir en igualdad de condiciones en un mercado global donde otros países ofrecen unos costes menores en materia energética.
El parche a estas reivindicaciones que muestran en el Estatuto para Empresas Electrointensivas que ha desarrollado el Gobierno y que hizo público el pasado mes de diciembre. Soto estima que «el estatuto que se ha planteado es insuficiente porque el impacto económico es muy pequeño para reducir ese gap de precios frente a países de la competencia«. Va más allá, y el director general de AEGE reconoce a MERCA2 que «el propio Gobierno asume que se podía haber hecho algo más».
Sobre las acciones posteriores que pueden mejorar este estatuto destacan las medidas que tienen que ver con los cargos a las renovables. «La otra gran medida es sobre los peajes de acceso a la red, que tenga el mismo tratamiento que en otros países. Es decir, que haya exenciones de hasta el 85% del peaje. En el pasado no se quiso hacer, y ahora como lo gestiona la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el Gobierno ha explicado que se deben encargar ellos. Por último, que las compensaciones por el CO2 también se normalicen y se terminen de pagar».
1IGUALDA DE OPORTUNIDADES
El discurso de Fernando Soto está moldeado con un mensaje claro: «Solo queremos que se apliquen las mismas normas que en otros países«. Incluso, asume que «el mix energético español es bueno, y lo que hay que hacer es ajustarlo bien». Es decir, no ve que en España haya problemas de suministro, también en parte gracias a la buena gestión de demanda por parte de la industria, reconoce.
Asimismo, y en la preocupación transversal por el medio ambiente, Soto explica a MERCA2 que han «solicitado que junto a la transición ecológica haya también una transición industrial. La industria ya ha hecho ese trabajo, pese a los sobrecostes que tenemos».
La conversación fluye sobre propuestas y medidas, pero todo acaba en un mismo lugar: «Todos debemos jugar con las mismas reglas». En este caso se refiere al tablero de exigencias en regulación de compromiso medioambiental.
«Si tenemos unas normas medioambientales muy exigentes, no es de recibo que se importen productos de otros países y eso ponga en juego las industrias españolas y europeas. También estaría bien que se tenga en cuenta la industria nacional para potenciar el desarrollo de las infraestructuras ‘verdes'», una reivindicación inteligente, sobre todo cuando el beneficio se queda en el propio país; ahora que tanto se necesita.
Video: Mónica Mollá