Disparate en Logroño: el ‘regalo’ de Bankia y la caída del puente romano de Mantible

El hecho en sí apenas tiene repercusión. Bankia accedió a contrato público el pasado verano para conceder un crédito de 11,3 millones al Ayuntamiento de Logroño. Pero todo lo que le rodea es tan disparatado que se termina convirtiendo en un reflejo de la sociedad actual. La razón de porqué la entidad ha prestado esa cantidad prácticamente gratis; porque el consistorio utiliza un contrato público para conseguir un préstamo o como el colofón a tan extraña historieta: que el puente romano que se iba a restaurar con parte de ese dinero se derrumbó recientemente.

El primer punto curioso recae sobre Caixabank. Así, la entidad catalana tiene que asumir en sus cuentas el pasivo, pero a la mitad del precio que ofertó en un principio. En su día, la firma acudió al contrato licitado por el consistorio con un precio del crédito del 0,903% más el euríbor a tres meses. Ahora, tiene que contentarse con un 0,39%, que es el valor con el que con el que pujó Bankia. Una cifra inusualmente baja si se repasan las otras ofertas de los grandes bancos: Liberbank 0,8%, Banco Sabadell 0,82%, BBVA 0,9% o Banco Santander 1,19%.

Un hecho revelador es que fueron los bancos llamados públicos los que optaron por precios más bajos. De hecho, al 0,39% (siempre más el euríbor a tres meses) solo se le acercó el 0,413% de Caja Rural de Soria y el 0,489 de Eurocaja Rural. Pero esa predisposición a prestarse al gasto público tiene otra derivada actualmente y, es que, esas ofertas suponen dar dinero gratis al Ayuntamiento. Al fin y al cabo, el diferencial utilizado está en la actualidad cercano al -0,6%, por el exceso de dinero en el sistema, lo que supone reducir a 0 el interés pagado. En otras palabras, dinero regalado.

BANKIA OFRECIÓ EL PRÉSTAMO PRÁCTICAMENTE GRATIS

Y por suerte. Así, el contrato tenía establecida una cláusula para que el interés fuera 0 y no negativo, esto es que Bankia no tenga que pagar al Ayuntamiento por prestarle dinero. A su vez, el acuerdo firmado incluye una carencia de dos años, por lo que el banco podría sacarle algún pequeño rendimiento próximamente. Aunque se antoja complicado, dadas las estimaciones de la curva de tipos que se pueden encontrar en el documento oficial de su fusión con Caixabank no proyectan una recuperación vigorosa hasta 2023.

Aunque es muy poco probable que se cumplan dichas cifras. Por el contrario, parece cada vez más probable que estos créditos puedan terminar costándole dinero a los bancos. De momento ‘solo’ es financiación gratis, pero todo se andará.

Lo anterior, un fallo (forzado por la política de los Bancos Centrales) en el sistema que tendrá consecuencias a largo plazo. La razón es que para un ente como el consistorio de Logroño pedir esa cantidad de dinero es gratuita, mientras para mantener un superávit en cuenta corriente tendría que pagar. La situación aboca a que los agentes, sean públicos o privados, prefieran el gasto a través de créditos, aunque sea menos eficiente.

Ese es el siguiente punto de la historia. El gasto que incluía el proyecto de endeudamiento del alcalde Logroño. Así, entre un gasto para pistolas (18.000 euros) distintas subvenciones (1,3 millones) o gastos en «política económica» (inyectar cuatro millones a la empresa pública Logroño Integración del Ferrocarril) estaba el apartado «Restauración del puente romano de Mantible».

EL HUNDIMIENTO DEL PUENTE MANTIBLE

Una estructura que se derrumbó hace unos días. Así, los dos únicos arcos que quedaban en píe en el puente Mantible finalmente cedieron a la crecida del río Ebro y a las fuertes rachas de viento. Un final esperado para muchos, dado que llevaba años en peligro y las fuertes nevadas hacían presagiar que el caudal crecería rápidamente. Pero para el que supuestamente ya se había asignado una partida y se había pedido un crédito.

La respuesta a tal evento no se hizo esperar. Además, no sorprendió a nadie porque recogió lo que mejor saben hacer los políticos: repartir culpas y pedir más dinero. Así, desde el consistorio socialista se tachó como «fracaso municipal, pero [siempre hay algún pero] también de la comunidad autónoma». Acto seguido, se promovió otro contrato público para rehacer la estructura por un valor cercano a los 750.000 euros. Al fin y al cabo, nunca había sido gratis pedir tanto dinero, literalmente.

En definitiva, la historia de cómo las entidades públicas que prestan dinero a pérdidas a los políticos sigue tan vigente como años atrás. Aunque ahora con incentivos perversos. También parece que los políticos locales siguen con esa predisposición de lanzarse al gasto, además de manera ineficiente, como antaño. La disparatada aventura de Logroño es una más de los miles que ocurren en España cada día. Nada excepcional, pero demasiado clarividente.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2