Las navidades se acaban con la llegada de los Reyes Magos de Oriente para repartir los regalos. La última celebración de estas fiestas y también el último «esfuerzo» de la comida de Reyes y el último gran dulce navideño como es el roscón. No queremos aguarte la fiesta, pero como ya muchos pensáis en la cuesta de enero y en bajar los kilos acumulados, es momento de hablar de las razones por lo que debería de estar ‘prohibido’ comerlo.
Te contaremos la fuerza calórica de este dulce tan famoso y tradicional pero también muchas cosas más sobre un auténtico ritual en las mesas de todas las familias cuando llegan estas fechas. De hecho, últimamente se ha extendido su consumo muchos días antes y después de la fecha señalada.
4Los ingredientes lo dicen todo
Los elementos que necesitas para la receta del roscón son lo suficientemente significativos para deducir que no es muy adecuado para tu organismo. Los ingredientes se han mantenido además con el paso del tiempo. Y no nos referimos ni a la harina, ni a los huevos, sino a la tradicional haba que todavía hoy encontramos en el Roscón de Reyes. Lo que si ha cambiado es el significado que tiene encontrarnos con esta en medio del dulce. Hoy, se dice que el que encuentre el haba deberá pagar el roscón. Sin embargo, en la época romana, encontrar el haba era motivo de alegría pues era símbolo de fertilidad y buena fortuna para el que lo encontrara.
Además del haba, el resto de ingredientes poco a nada tienen que ver con el Roscón de Reyes que ha llegado a la actualidad y que se elabora a base de harina, leche, levadura, azúcar, huevos, agua de azahar y frutas escarchadas. El roscón de origen pagano, y que continuó endulzando las fiestas de esclavos ya en la era de Cristo era más bien una torta que se realizaba a base de miel, higos, dátiles y frutos secos.