Las navidades se acaban con la llegada de los Reyes Magos de Oriente para repartir los regalos. La última celebración de estas fiestas y también el último «esfuerzo» de la comida de Reyes y el último gran dulce navideño como es el roscón. No queremos aguarte la fiesta, pero como ya muchos pensáis en la cuesta de enero y en bajar los kilos acumulados, es momento de hablar de las razones por lo que debería de estar ‘prohibido’ comerlo.
Te contaremos la fuerza calórica de este dulce tan famoso y tradicional pero también muchas cosas más sobre un auténtico ritual en las mesas de todas las familias cuando llegan estas fechas. De hecho, últimamente se ha extendido su consumo muchos días antes y después de la fecha señalada.
3El roscón, campeón calórico de las navidades
El roscón de Reyes es delicioso pero tiene un problema: es muy calórico. No es lo más adecuado si quieres llevar una alimentación sana y menos aún si quieres bajar esos kilos de más. Una sola porción aporta alrededor de 250 calorías, con lo que se sitúa al nivel del turrón, el polvorón o el mazapán. Pero hablamos de roscón normal, sólo con la masa y las frutas escarchadas tradicionales. La cosa aumenta si le añadimos, como se ha puesto de moda en los últimos años, nada o chocolate.
Si el dulce no lleva relleno, al final son unas 400 calorías por cada 100 gramos. Pero si le añadimos nata o chocolate, se sube hasta las 500 y 600 calorías, nada menos. Eso sí, como todo hoy en día hay opciones más saludables de comer, en este caso, el roscón. Hay lugares donde hacen este dulce sin azúcar, aunque muchos dirán que una vez al año no hace daño, y el roscón es un capricho que sólo es para Reyes.
