Llegar a ser un emprendedor de éxito es el sueño de todos aquellos que un día dan por fin el salto de poner su idea de negocio en marcha. Sin embargo, no todos ellos lo consiguen. Algunos logran que su negocio funcione, pero resignándose a tener poca rentabilidad y centrándose en sobrevivir más que en crecer. Mientras que otros no llegan ni siquiera a eso y acaban dejando su carrera emprendedora.
Son muchos y muy diferentes los factores que influyen en el éxito o el fracaso de un negocio. Pero ocurre con frecuencia que somos nosotros mismos quienes estamos saboteando nuestras posibilidades de triunfar, aunque no seamos conscientes de ello. Por eso, vamos a ver qué factores pueden estar teniendo incidencia en el hecho de que no alcances tus objetivos.
No amas realmente lo que haces
Solemos pensar que un emprendedor es alguien que tiene la suerte de poder dedicarse a lo que realmente le gusta, pero en algunos casos no es así. Hay supuestos de personas que han llegado a poner en marcha su negocio casi por obligación, porque no tenían otra alternativa para ganarse la vida. Pero, en realidad, se sentirían más cómodas haciendo otra cosa.
También está quien tomó su decisión de emprendimiento basándose solo en datos objetivos, sin tener en cuenta sus preferencias personales. Sea como sea, si estás al frente de un negocio y lo que haces no te llena, lo vas a tener muy complicado para ser un emprendedor exitoso. Así que quizá sea mejor tomar decisiones drásticas o ver qué puedes cambiar para que lo que haces despierte tu pasión por tu trabajo.
