Los errores que cometemos con el jamón ibérico

En España consumimos grandes cantidades de jamón ibérico. Es un alimento rico en proteínas y otros niveles nutritivos. El jamón está rico como sea, pero lo ideal es comerlo de origen ibérico. Este sale de los cerdos que se crían en las dehesas de nuestro país libremente. Suelen ser negros y tienen unas carnes bien prietas que sacan los mejores jamones sin lugar a dudas.

El jamón ibérico tiene muchos secretos. Hay que saber cortarlo, guardarlo, envasarlo, etc. Te enseñamos todos los errores que se puede cometer con este alimento para consumirlo. ¡No te lo pierdas!

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Utilizar cuchillos no adecuados en el jamón ibérico

jamón ibérico

No usar los instrumentos adecuados para cortarlo es uno de los errores más frecuentes que se pueden tener. Hay que utilizar un cuchillo de hoja ancha (cuchillo jamonero), otro que pela el jamón y el último el de puntilla que despega el hueso de la carne.

Deben de afilarse en condiciones. Normalmente cogemos el primer cuchillo que tenemos a mano y esto no debe de hacerse. Y eso, aunque puedas pensar que no pasa nada, lo cierto es que sí porque el corte no es igual y además haces que el resto del jamón no se corte de manera debida, afectando al sabor de las lonchas.

Cortar el jamón ibérico es todo un arte, por lo tanto, hay que hacerlo de forma correcta. Destrozar la pieza con un cuchillo casero es lo peor que se puede hacer.

Empezar el jamón por la zona equivocada

pata

Siempre está la duda de por qué zona debe de empezarse el jamón. Dependiendo de lo se busque esta será la clave de que no se seque. Las cuatro partes del jamón son: el jarrete, la punta, la babilla y la maza. Esta última es la zona más ancha. Aquí la grasa está infiltrada.

Cuando vayas a comer el jamón ligero lo ideal será comenzar por la zona de la maza, pues es el área más jugosa.

Si vas a tardar tiempo en consumirlo porque no vas a estar mucho tiempo en casa, entonces hay que comenzarlo por la babilla. La clave es dar la vuelta al jamón para poder dejar boca abajo la pezuña.

Quitar la grasa blanca

plato con jamón

Cuando limpias en exceso y quitas la parte blanca en cada loncha, lo que vas a conseguir es perder las propiedades organolépticas y saludables del jamón.

La grasa es la mejor zona del jamón y la que nos ayuda siempre a conservar al jamón ibérico en punto óptimo. Lo ideal es poner un trozo de grasa encima donde se ha realizado un corte.

La grasa amarilla siempre hay que quitarla porque es una grasa muy rancia que no se come. No uses esta grasa para su conservación, pues le dará al jamón un sabor un tanto peculiar y muy desagradable.

Tenerlo a una temperatura inadecuada

lonchas

Conservado a una temperatura incorrecta o no saber elegir la pieza son los errores más frecuentes que podemos cometer.

El jamón ibérico nunca se mete en la nevera ni se puede dejar en sitios en los que la temperatura son excesivas.

Se recomienda también hacer la compra con cabeza y tener cuidado con las fechas de los descuentos o las posibles ofertas engañosas.

Pezuña arriba o abajo

jamón

Hay que poner el jamón en el jamonero y nos viene la primera duda. Cuando quieras comer el jamón de forma pausada, la mejor opción será colocarlo por la zona de la babilla (es la que menos grasa tiene) y tiene tendencia a secarse.

Cuando no se tiene todo el tiempo del mundo lo mejor es poner el jamón por la zona de la maza. La pezuña debe de ponerse hacia arriba y el empeine hacia abajo.

La babilla puede esperar su desecado y la maza dará los cortes mucho más fáciles al poseer mas grasa.

Colocarlo en un sitio inadecuado

jamón

El jamón no debe de ponerse junto a una ventana que dé el sol o junto al fogón. Cuando nos compramos una pieza lo ponemos en el lugar donde cabe y no pensamos si es bueno o no. El calor es un enemigo del jamón. Deseca la carne y la vuelve salada y dura. Perderá grasa y se oxidará mucho más deprisa. Los olores malos se instaurarán en la zona.

Colócalo en un lugar que sea fresco y seco. Aléjalo de los radiadores y la cocina. Y no quites la grasa de los costados.

Esta debe de ser respetada al máximo porque mientras que no esté en contacto con el oxígeno es un conservante potente de la humedad de la carne y por lo tanto del punto de salinidad.

No cubrirlo bien

jamón

Cubre la carne con un paño sin pelusas y limpio. A veces se recomienda un paño limpio y libre de protección y se puede usar para sacar virutas. Cuando esto se hace la carne estará tierna.

Conservar el jamón demasiado tiempo. Lo máximo que se recomienda son los 15 o 20 días. Se puede alargar según el calor y la humedad en cada zona, pero asumiendo que se perderá la calidad. Cuando hace calor se debe de poner un papel de aluminio en la zona abierta.

Muchas personas compran un jamón y lo lonchean. Es una buena idea que permite tener el jamón durante un largo tiempo. No hay que guardarlos al vacío.

No saber diferenciar una pata blanca con una negra

jamón

El jamón blanco puede ser un jamón serrano. Normalmente este es un jamón de jabugo, por poner un ejemplo.

El jamón ibérico a simple vista parece igual que el blanco, pero no es así. La diferencia puede ser sútil, pero la tiene. El sabor, para los expertos, tiene diferencia. Además, el jamón ibérico tiene menos grasa que el blanco.

La pezuña de ambos son diferentes. En el blanco es blanca y en el negro es negra. Tienes que tener cuidado, pues, hay vendedores que son capaces de pintar las pezuñas para cobrar de más. Todo esto es porque el jamón es un alimento muy codiciado.