El fabricante japonés de vehículos Honda experimentó un descenso del 56,6% de su beneficio neto atribuido en el primer semestre del año fiscal 2020-2021 (de abril a julio de 2020), hasta 160.000 millones de yenes (1.311 millones de euros al cambio actual), según informó la empresa, que ha revisado al alza su previsión para el cierre del ejercicio.
La multinacional automovilística destacó que en el primer semestre fiscal logró mantener los ‘números negros’, a pesar de la caída de la demanda de vehículos como consecuencia de la Covid-19. Esto fue posible gracias a la contención del gasto vinculada a una «revisión fundamental» de sus actividades.
Honda cerró los seis primeros meses del ejercicio fiscal actual con un volumen de negocio de 5,77 billones de yenes (47.336 millones de euros), un 25,2% de disminución respecto a la facturación de los mismos meses del año pasado.
Además, la firma nipona contabilizó un beneficio operativo semestral de 169.200 millones de yenes (1.386 millones de euros), un 64,2% menos, mientras que las matriculaciones consolidadas de automóviles cayeron un 37,1%, hasta 1,09 millones de unidades.
En la primera mitad del año fiscal, la empresa comercializó 4,2 millones de motocicletas en todo el mundo, lo que supone una bajada del 35%, al tiempo que las ventas de su división Life Creation subieron un 0,7%, hasta 2,45 millones de unidades.
En el segundo trimestre fiscal (julio a septiembre), la multinacional asiática logró un beneficio neto atribuido de 240.900 millones de yenes (1.974 millones de euros), un 22,5% más, al tiempo que los ingresos trimestrales bajaron un 2%, hasta 3,65 billones de yenes (29.926 millones de euros).
La previsión de Honda para el cierre del año fiscal 2020-2021 (marzo de 2021) contempla lograr un beneficio neto atribuido anual de 390.000 millones de yenes (3.196 millones de euros), lo que supone mejorar un 136% su anterior previsión (mayo), aunque representa una bajada del 14% respecto a los resultados del año previo.
El fabricante de vehículos prevé ahora cerrar el año con una facturación de 13,05 billones de yenes (106.967 millones de euros), casi un 2% más que estimación anterior y un 12,5% de bajada en la comparativa interanual.