Emprendedores hay muchos y todos ellos son diferentes. Sin embargo, si le echamos un vistazo a los emprendedores más exitosos de los últimos años, vemos que hay un buen número de españoles entre ellos. De hecho, son estos propios profesionales los que destacan que quizá quienes se lanzan a la aventura de emprender están hechos de una pasta diferente.
Poco a poco el perfil del emprendedor en España va cambiando, la brecha de género empieza a romperse y cada vez hay más mujeres. Además, parece haber un equilibrio entre los más jóvenes y personas que tras toda una vida como asalariadas deciden dar el paso y emprender en la madurez. Aunque los perfiles pueden cambiar mucho, hay una serie de virtudes que comparten la gran mayoría de las personas que ponen en marcha su propio negocio.
1Emprendedores muy versátiles
Aunque siempre se ha acusado al sistema educativo español de ser demasiado heterogéneo y no apostar por la especialización, lo cierto es que esto es algo que viene muy bien para el desarrollo del carácter emprendedor. Con frecuencia, quienes se ponen al frente de un negocio no son especialistas en un tema concreto, sino que saben un poco de todo.
Y esto hace que puedan asumir un gran número de tareas e incluso que se puedan adaptar rápidamente a todo tipo de cambios. El resultado es una especie de “súper-emprendedor” que es capaz de poner en marcha su proyecto por sí mismo, sin la necesidad de tener que contar necesariamente con un socio o con asesoramiento externo.