Los fracasos de Chicote: restaurantes que se arruinaron tras su visita

‘Pesadilla en la cocina’ fue, a lo largo de siete temporadas, un programa con un gran éxito de audiencia, y también la cuna de la popularidad del chef Alberto Chicote. La idea es sencilla: se localiza un restaurante que se encuentre en las últimas y que necesite un rescate urgente, y acude un experto que revisa su funcionamiento interno, analizando puntos como la higiene, la organización, la comunicación del equipo, la carta, la cocina o el servicio al público. A partir de ahí se implementan cambios bajo la supervisión severa y disciplinada del chef, en este caso Chicote, todo ello aderezado con una buena dosis de tensión, drama, lágrimas e insultos.

El formato ha funcionado en varios países del mundo, al menos a nivel televisivo. En cuanto a la estrategia de negocio, a pesar de la buena intención, no siempre se han conseguido los resultados que se esperaban. Algunos de los negocios sí han conseguido reflotar tras el paso de chef, pero también han sido unos cuantos los que han cerrado sus puertas después de formar parte de ‘Pesadilla en la Cocina’. Incluso uno de ellos ya había echado el cierre cuando la grabación del  programa se emitió en La Sexta.

EL CASTRO DE LUGO

Tras varias temporadas del programa Alberto Chicote quiso aumentar la dificultad de los retos buscando casos más extremos. Uno de ellos fue un restaurante de Madrid llamado El Castro de Lugo, que ofrecía especialidades de la cocina gallega. Los problemas que tenía este negocio eran los comunes a todos los demás: un propietario con poca autoridad, empleados irresponsables y sin ganas de trabajar, falta de higiene y deudas que aumentan por días. Otro local condenado al cierre. En esa ocasión el chef llegó a vomitar de la impresión y, evidentemente, los responsables tuvieron que escuchar un buen rapapolvo. Como nadie puso de su parte para reflotar el negocio, al poco de grabarse el programa, el restaurante tuvo que cerrar definidamente. Al fin y al cabo Chicote te puede echar una mano, pero no hacer milagros.

 

Noemi A.
Noemi A.
Soy una apasionada de internet, las nuevas tecnologías y las redes sociales, adicta a la información y a aprender y descubrir algo nuevo cada día.