Aunque ya vamos un poco tarde, todavía hay alguna opción de lucir nuestra mejor versión, plantándole cara a esos kilos de más con un poco de esfuerzo y disciplina. Eso sí, si de verdad queremos adelgazar no podemos pensar en una dieta milagro o una dieta exprés que luego conlleve un terrible efecto rebote. Hoy, queremos proponerte una modificación de tu conducta y de hábitos alimenticios. Te presentamos la dieta Clínica Mayo.
1Un poco de historia
Podemos pensar que el origen de la dieta Clínica Mayo tuvo lugar en los años 80. Entonces, una restrictiva y famosísima dieta arrasó entre las personas que querían perder peso de forma rápida. Se trataba de una dieta restrictiva e hipocalórica que reducía drásticamente los hidratos de carbono y que, resumiendo mucho, no debía superar al día las 1000 calorías. Pues bien, esa «famosa» dieta no tenía ningún fundamento científico, y tan sólo se aprovechaba – de forma fraudulenta – del nombre de la famosa clínica con sede en Minnesota. Por eso, los expertos en nutrición de la Clínica Mayo se pusieron manos a la obra para impulsar un método de alimentación equilibrado y saludable que si tenga una base y un rigor científicos.