A finales de 2019, antes de que el coronavirus trastocara todos los planes de 2020, el Grupo Suez llevó a cabo una profunda reformulación de su cúpula directiva y las distintas unidades de negocio. Entre los principales objetivos se encontraba focalizar los nuevos nichos de negocio, así como un plan de rotación de activos que contaba con Agbar como principal elemento de venta. Y en mitad de de ese entramado, aparece el por entonces director financiero, Julian Waldron, que pasaría a ser vicepresidente ejecutivo del grupo y responsable de Asuntos Financieros. Desde entonces nada ha sido casualidad.
Y es que lo que parecía una reordenación corporativa sin más, ha dejado al descubierto la figura de Julian Waldron, así como sus intenciones. En principio, Jean-Marc Boursier, consejero delegado de Suez en Francia y director de operaciones, junto a Waldron, serían los encargados de la puesta en marcha del plan estratégico de la multinacional, que pretende lograr un ahorro de 1.000 millones de euros para 2023 mediante la mejora de la rentabilidad operativa, el aumento de la financiación de inversiones en innovación y la digitalización. Pero los planes del financiero para Agbar son otros, según explican fuentes conocedoras de la situación a MERCA2.
En concreto, este economista inglés graduado por la prestigiosa Universidad de Cambridge estaría maniobrando con intereses personales en la venta de Agbar. Según fuentes del sector, la designación de Julian Waldron para su cargo se trató de la apuesta velada de Engie, principal accionista de Suez -con más de un 32% de su capital social-, para controlar el proceso de desinversión que Suez se propone ejecutar.
Así, se trata de un secreto a voces que Suez está ultimando los detalles para iniciar el proceso de venta de Agbar. La joya de la corona de la compañía, valorada en casi 3.000 millones de euros, saldrá al mercado en las próximas semanas.
JULIAN WALDRON Y LA MANIOBRA EN AGBAR
En este contexto, dichas fuentes explican a este medio que Engie da por descontado que con el control financiero del Grupo Suez se controla de manera bastante directa los pasos que se vayan dando. Y la relación es directa.
Los vínculos de Waldron con Engie vienen de lejos. De hecho, su amigo y su socio, Pierre Moreau, es, a su vez, director de Estrategia y Marketing en el Grupo Engie. De esta manera, Julian Waldron es consciente de que una desinversión exitosa en Agbar le permitirá hacerse con mayores responsabilidades dentro de Suez, lo que le permitiría poder aspirar a su último ascenso dentro de la empresa.
Y es que la carrera ha sido meteórica. Antes de su llegada a Suez, Waldron desempeñó durante varios lustros cargos de ejecutivo en la banca suiza, especializándose en la constitución y gestión de sociedades. Su perfil, bajo, cuentan fuentes cercanas a su persona, le permitió escalar posiciones en un ambiente hermético como el helvético, en donde la discreción se considera un activo imprescindible para alcanzar el éxito.
Posteriormente, en unos pocos meses del año 2008 constituyó, junto a otros importantes ejecutivos franceses, once sociedades dedicadas a la consultoría estratégica y el desarrollo de proyectos.
