La inversión sostenible y responsable alentada por la crisis climática ha recibido un nuevo e inesperado impulso por parte de otro tipo de crisis, en este caso, la generada por la irrupción y expansión del covid-19. Y aunque resulte contradictorio y algo incómodo pensar que de una pandemia puedan surgir avances en la evolución de este tipo de finanzas, lo cierto es que la realidad se impone, y además se ajusta a la lógica: “confluyen dos crisis globales climática y sanitaria, que conviene abordar de forma global y si, además, aprovechamos las oportunidades de negocio de la inversión sostenible, la recuperación será más rápida”, afirma Andrea González, subdirectora de Spainsif, en una entrevista a MERCA2.
“La inversión sostenible ha demostrado ser más resiliente que la inversión tradicional, y basta echar un vistazo a los índices de referencia, que han caído menos o se han mantenido”, explica González, a modo de conclusión cuando está a punto de terminar la Semana de la ISR (Inversión Sostenible y Responsable) organizada por el Foro Español de Inversión Sostenible (Spainsif)
Otro de los impulsos que recibirá la inversión sostenible llega de la mano de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, cuyo anteproyecto fue remitido el pasado mes de mayo al Parlamento para su tramitación. Esta ley “va a movilizar en los próximos diez años 200.000 millones de euros sólo en inversiones y establece que las instituciones financieras deben elaborar un informe anual del posible impacto en la transición energética de su actividad vinculada al cambio climático”, recuerda González.