Muros de pago y gorras ideológicas: la prensa ante la que se avecina

Cuando un periódico es gratis, «el precio es el lector», dice Nacho Escolar. Este controvertido periodista ve con satisfacción que el muro de pago de ElDiario va viento en popa, 47.000 suscriptores.

ElDiario, que ha ganado 9.000 socios durante la crisis sanitaria, advirtió las dificultades para conseguir que los españoles paguen por leer noticias cuando llevan más de dos décadas acostumbrados al ‘todo gratis’. El mercado no estaba maduro y había que darle una vuelta.

Escolar apostó por lanzar un muro de pago muy poroso con el que ha conseguido ser un medio de masas reforzado con un puntal que se basa más en el compromiso que en el valor adicional: los socios de ElDiario simplemente pueden leer las piezas informativas con unas horas de antelación respecto al resto de lectores.

ElDiario vio que si se limitaban a trabajar solo para los socios, que apenas representan al 0,005% de los usuarios únicos, iban a destrozar su positiva dinámica de crecimiento. Y que podían quedarse sin independencia o rigor si fiaban su modelo de negocio a un mundo publicitario que suele primar el servilismo hacia el poder y el amarillismo.

LA PRENSA ANTE LA QUE SE AVECINA

Nacho Escolar dice en unas carta a sus lectores que «el periodismo no es tampoco otro negocio más. A diferencia de otros grandes medios de comunicación españoles, no somos propiedad de una gran empresa o un gran banco».

«Los dueños somos los periodistas que trabajamos aquí, y que fundamos este medio con nuestros ahorros y los de algunos amigos y familiares que nos quisieron apoyar. No tenemos deudas, ni políticas ni financieras. Somos transparentes, y publicamos regularmente nuestras cuentas, con el detalle de los ingresos y gastos, o las condiciones laborales de la redacción», explica.

OTROS MEDIOS

Virginia Pérez Alonso, que desde hace cinco meses capitanea Público, ha hecho un llamamiento para que los lectores se adhieran a ‘La República de Público’, que es una especie de club de amigos en el que se paga 6 euros más por compromiso que por el pack de ventajas (una revista trimestral, realizar comentarios y participar en sorteos).

La citada periodista dice que ve «cómo algunos medios de comunicación solventes ponen un candado a sus informaciones para fomentar el pago. Lo hacen porque el periodismo lleva años en crisis, y ahora, con el desplome publicitario a raíz del coronavirus, todos los periódicos estamos al límite. Entendemos sus motivos porque también los sufrimos, pero nosotros, en Público, estamos comprometidos a buscar otras soluciones». Y estas soluciones se llaman mecenas.

MIRANDO AL LECTOR

Los editores de la prensa miran a Estados Unidos para implantar su muro de pago y enfocan al lector, por fin, para poner la gorra a través de plataformas como Patreon. Desde los aledaños de Podemos se ha lanzado el portal La última hora, que renuncia a participar en el mercado publicitario y que vivirá exclusivamente de las aportaciones de sus lectores.

En la prensa digital, aliviada en parte porque el Consejo de Ministros aprobó una reducción de su IVA del 21% al 4%, han surgido proyectos como el ‘Club de amigos de Libertad Digital’, EC Exclusivo (servicio de El Confidencial), o el ‘Club Periodista Digital’, que, según cuenta Alfonso Rojo, nace para conseguir que «nadie edite a nuestro editor».

RESERVAS SOBRE LA PRENSA DEL FUTURO

La colección de muros de pago que ha surgido en los últimos tiempos, El País o El Mundo (ABC y La Vanguardia lo harán antes de que finalice el año), obliga a recordar que España no es Estados Unidos: nuestro mercado es más pequeño y el valor añadido que ofrece The New York Times ni de lejos es aportado hasta la fecha por los grandes medios ibéricos.

El País está en buenas condiciones de alcanzar buenos números tras facilitarse la conversión de sus lectores gracias a una app que durante las últimas semanas ha tenido más de 600.000 usuarios que accedían a la edición temporalmente gratuita de la versión papel.

El diario de PRISA, que regala diez noticias al mes para que no se le desplome el tráfico, ofrece una oferta de lanzamiento de un euro durante el primer mes que posteriormente se convierte en una cuota de diez euros al mes o en una opción anual de 108 euros que incluye el altavoz inteligente Google Home Mini (que tiene un PVP de entre 30 y 35 euros).

THE NEW YORK TIMES

El País, como todos, ha cogido el espejo de The New York Times, que en 2019 superó los cinco millones de suscriptores (70% digital, 20% papel y un 10% la suma de los llamativos servicios de crucigramas y recetas).

El diario estadounidense, que renuncia al clickbait porque ensucia su mancheta y porque los virales suelen tener un CPM muy bajo, se ha puesto como meta rebasar los diez millones de socios en 2025 tras haber alcanzado durante la crisis sanitaria picos diarios de 20.000 nuevas altas (cifra que cuadriplica la media diaria).

The New York Times, convertido en faro mundial de la reconversión del papel al digital, ha superado los 800 millones de dólares anuales de facturación vía online tras comenzar a radiografiar a sus lectores en términos cualitativos y no cuantificativos: desde hace años estimula la frecuencia y permanencia del lector en vez de obsesionarse por acumular usuarios únicos por toneladas. Y le va bien…