Cómo hacer una pizza casera

Una de las cosas que podemos hacer cuando pasamos más tiempo en casa es, sin duda, pasarlo cocinando. Seguro que te gusta la pizza y, por falta precisamente de tiempo, nunca te has animado a hacer una deliciosa masa y coberturas caseras. Por ello, queremos ofrecerte las pautas para poder llevar a cabo una receta sencilla cuyo ingrediente principal será el cariño.

De marcada relación italiana, este alimento es uno de esos mucho más amados que odiados. Es muy fácil distinguir entre una de calidad y una que no lo es. Por ello, vamos a emplear una tarde-noche en olvidarnos de las congeladas y ponernos manos a la obra en nuestra cocina. Con esta guía vamos a hacer verdadera magia culinaria.

La clave que la diferenciará de otras será la masa. Descubre cómo hacer una pizza casera y con una cobertura tradicional para chuparse los dedos.

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Deliciosa cobertura

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Los ingredientes de la cobertura también son importantes. Como podemos ver en las pizzas italianas, menos es más: no cuentan con un exceso de ingredientes, sino que el secreto es que la masa esté deliciosa. La calidad de los productos, en todo caso, es esencial para obtener un resultado inmejorable.

Las pizzas, de forma normal, tienen una base de tomate, aunque hay otras opciones. Si es nuestra primera pizza casera, mejor optar por esta primera opción, pues nos recordará más a su lugar de origen tradicional. Para hacerla, puedes emplear tomate natural o troceado muy bien escurrido. También puedes elegir una buena salsa casera de tomate. Eso sí, echa siempre una capa bien fina.

Los demás ingredientes que hayamos elegido (jamón york, pollo, anchoas, etc.) los echaremos sin sobrecargar. Cuando los hayamos repartido, tendremos que echar un buen queso que funda bien. Los vegetales como la albahaca o la rúcula se podrían quemar por lo que, si deseas usarlos, mejor después de hornearla.