A las ocho de la tarde, cada día, los españoles aplauden a los profesionales de la sanidad que, tras la crisis desatada por el coronavirus, están desarrollando una labor que muchos consideran como impagable. Sin duda, lo es. Médicos, enfermeros, celadores, personal de ambulancias… se enfrentan cara a cara, en primera línea de batalla, usando la terminología militar, a esta particular guerra cuyo fin es derrotar al covid-19 y salvar vidas.
Pero en los hospitales hay otros muchos oficios que también han aportado su saber y su buen hacer. Es el caso de aquellas personas que trabajan en las cocinas. O el personal de limpieza, cuyo trabajo es indispensable para desinfectar esos espacios contaminados.
Con el paso de los días, esos aplausos se han ido ampliando a otros colectivos. Es el caso de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, así como las policías autonómicas. Ellos han estado al pie del cañón para que las normas, más que nunca, se cumplieran y así poner coto a la expansión del virus.
De médicos, a cajeras, pasando por fuerzas de seguridad y vigilantes, todos en un esfuerzo común contra el coronavirus
En algunas localidades, este último colectivo suele salir a las ocho de la tarde. Recorren las calles con sus sirenas. Una forma de agradecer a los ciudadanos que sigan en sus casas. Todos, a su manera, luchando para combatir el covid-19.
SEGURIDAD
En los días previos al estado de alarma, las personas acudieron en masa a los supermercados para hacer acopio de alimentos y productos necesarios. La situación era nueva, desconocida. Y todo el mundo quería estar preparado.
Tanto el personal de almacén, como el personal de caja, siguen al pie del cañón para que las personas puedan adquirir aquellos productos que necesitan. Pero es que, detrás de ellos, también están los transportistas que hacen posible que la palabra desabastecimiento quedó guardada en el baúl de los recuerdos.
Para que éstos últimos hagan su tarea, detrás está la cadena logística. Y, más detrás todavía, aquellos agricultores y ganaderos que continúan ejerciendo su labor. O las personas que, en sus fábricas, preparan, por ejemplo, esa fruta o esa carne.
El personal de seguridad también forma parte de esta cadena humana que lucha contra el coronavirus. Están aquellos que vemos en hospitales o supermercados, guardando porque todo trascurra con normalidad y todos respetemos las normas. Pero tampoco nos podemos olvidar de aquellos que velan por nuestra seguridad en todos los ámbitos, como los especialistas que siguen trabajando 24/7 en las centrales receptoras de alarmas. Es el caso de los profesionales de Securitas Direct, ellos son los que reciben y atienden las señales emitidas por las alarmas conectadas. Más de 800 profesionales que velan por atender todas las emergencias que llegan de los domicilios, acompañándoles y ayudándoles, y los que hacen que esa persona que ha tenido que cerrar su negocio duerma tranquila.
