Hace unos meses, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) informaba de que se había localizado la existencia de un certificado CE falso en mascarillas quirúrgicas desechables. Venían fabricadas por la empresa ucraniana Potoky. Unas semanas después la Interpol advertía de nuevo del incremento en el mercado de productos médicos falsificados, relacionados con el coronavirus, sobre todo mascarillas. Entre el 3 y el 10 de marzo se llevó a cabo la operación Pangea, que terminó con 121 personas detenidas en 90 países de todo el mundo. Se requisaron todo tipo de productos farmacéuticos algunos potencialmente peligrosos, con un valor de más de 14 millones de dólares.
A pesar de las investigaciones, el mercado de lo falso sigue activo, aprovechando la situación de crisis, escasez y urgencia. Aunque generalmente son las autoridades sanitarias o de seguridad quienes interceptan estos productos, podemos fijarnos en ciertos detalles para comprobar si la mascarilla que estamos comprando es auténtica y está homologada. El problema de las mascarillas falsas es que no sabemos con que materiales ha sido fabricadas y podría resultar peligrosa para la salud.
MODELOS N95 Y 3M, CON VÁLVULA DE AUTOFILTRADO, LOS MÁS FALSIFICADOS
Las mascarillas N95 o 3M son las más utilizadas en las zonas de mayor exposición ya que pueden filtrar más del 95% de las partículas del exterior. Se pueden usar para prevenir y provocar contagios, pero también son aptas para ambientes altamente contaminados. No es muy difícil diferenciar una mascarilla falsa de una auténtica, aunque solemos verlo más claro cuando podemos compararla con una auténtica.
Las falsas tienen las fuentes impresas de forma más borrosa, sin embargo las auténticas se ven claras y nítidas. El nombre del modelo de la máscara se ve también más claro y desvaído en la falsificación. La válvula de respiración falsa es de un color amarillo más claro, en cambio la real es más oscura y anaranjada. En las siguientes imágenes se puede apreciar mucho mejor.
Es previsible que con el tiempo, las falsificaciones se vayan perfeccionando para conseguir copias mucho más parecidas a las originales. La recomendación es siempre que se adquiera el material sanitario a vendedores de confianza, evitando vendedores ambulantes, sitios online dudosos y ofertas sospechosamente llamativas.