En muchos hogares, la jugada de aprovechar el mayor beneficio a un coste menor pasa por realizar un pedido online de comida a domicilio. Lo que antes se acostumbraba a llamar a ciertas cadenas de hostelería o comida rápida, muchos lo hacen ahora a partir de puntos como el de Glovo, empresa más que conocida (y controvertida) en nuestro país.
La cual se dedica a la compra, recogida y envío de pedidos en menos de una hora a través de repartidores independientes. Sin embargo, con sentencias del Tribunal Supremo incluidas, a Glovo cada vez le sale más difícil acaparar una credibilidad en la sociedad, sobre todo por las grandes y disputadas polémicas que le rodean; desde Merca2.es los repasamos.
1Glovo, una subcontrata con una realidad muy diferente
Para ponernos en contexto sobre la pregunta más frecuente, que es de qué van estas empresas como Glovo, Deliveroo y otras. Pues lo más fácil es que, aún a estas alturas, muchos terminen confundiéndose y conducir a ciertos equívocos.
Las mismas se tratan de unas empresas como subcontratas de la que se sirven ciertas compañías con objeto de transportar cualquier tipo de productos en bicicleta o moto, para ser entregados en estos destinos por los ‘riders’.
Y es que, aunque la propia Glovo se da en su página web como un ejemplo de eficiencia, de progresivo beneficio económico, condiciones laborales justas… la realidad es muy diferente a esta. Y es por eso que desde hace varios años viven inmersos en continuas polémicas, siendo una de las máximas exponentes del fenómeno de la economía colaborativa.