La presencia de algunas esculturas de Madrid puede pasar desapercibida, pero no ocurre así con Julia. Hace algo más de una década se tomó la decisión de trasladar la estatua dedicada a Cristóbal Colón a la isleta de la plaza homónima. Años después, en 2018, Jaume Plensa llegó para cubrir ese vacío con Julia. El trabajo de colaboración entre el Ayuntamiento de Madrid y la Fundación Masaveu tuvo una buena acogida, tanto es así que, a mediados de 2019 se decidió alterar los planes originales para Julia y alargar su estancia un año más.
El proyecto inicial era la muestra de una obra seleccionada por concurso público durante aproximadamente un año. Este era el destino que le esperaba a Julia: se instalaría en la céntrica plaza de Colón hasta diciembre de 2019 para dar paso a una nueva figura tras cumplir su ciclo. Si todo iba sobre la marcha, tres esculturas diferentes pasarían por la plataforma de Colón por un periodo de un año. Sin embargo, la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, mecenas del proyecto, decidió prolongar la permanencia de la primera cabeza femenina, al menos, hasta diciembre de 2020.
“La idea era alternarla con otras obras”, comentan fuentes de la Fundación Masaveu. La escultura es obra de Jaume Plensa y propiedad de la Fundación Masaveu, institución que aseguró el mecenazgo del proyecto durante tres convocatorias. El futuro de la figura estaba contemplado dentro del plan artístico inical, y recorrería algunas ciudades españolas para darse a conocer, algo que ahora está en el aire. “Por el momento, no se sabe qué ocurrirá con Julia en el futuro”, explican desde la Fundación Masaveu, e insisten en que habrá que esperar a diciembre de este 2020 para saberlo.
Este proyecto de índole cultural implica al Ayuntamiento de Madrid. La responsable del área cultural del consistorio, Andrea Levy, se mostró entusiasmada con la iniciativa, tanto es así, que planteó la posibilidad de extenderla a otras zonas y distritos de la ciudad. Esto sigue en el aire, y en este sentido, respecto a una nueva colaboración entre el Ayuntamiento y la institución privada añaden que, “desde la Fundación solo está prevista la obra de Julia”.
LA SOMBRA DE JULIA
Julia tenía dos misiones: cambiar la percepción del paisaje urbano de la ciudad y contribuir a hacer de Madrid un lugar de referencia dentro del arte en el espacio público. O eso pretendía su creador. Julia es la primera vez para Jaume Plensa como expositor en España. El Premio Velázquez de las Artes en 2013 creó esta obra específicamente para el espacio que ocupa. Así, cuando ambos organismos -El Ayuntamiento y la Fundación Masaveu- decidan que la exposición ha llegado a su fin, Julia pasará a formar parte de la Colección de Arte de la Fundación.
Las dimensiones colosales de Julia llaman la atención, tanto a expertos, como a curiosos que merodeen por las proximidades de la plaza madrileña. El polvo de mármol y el poliéster utilizados dieron como resultados una figura de 12 metros de altura.
La colaboración de Jaume Plensa con uno de los mecenas de arte más relevantes del panorama español no empezó con Julia. La figura ‘Silencio’ decora una de las estancias de la sede de la Fundación Masaveu, que todavía sorprende más por su tamaño. En una creación que se acerca a los dos metros de altura, una niña se cubre parte del rostro con las manos. Al igual que Julia, esta escultura forma parte del proyecto de mecenazgo de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson.