Así es la dieta DASH que te ayuda a adelgazar de manera saludable

La dieta DASH es una de las que si se realiza bien es realmente saludable y con la que puedes perder peso sin recuperarlo, porque lo que te hace es cambiarte los hábitos alimenticios y no promete rápidos resultados.

Habrá quien no tenga paciencia en hacer una dieta en la que haya que esperar para ver los resultados; no obstante, estas son las que funcionan y con las que no se tienen los problemas de exceso de piel ni que se te quede el cuerpo estéticamente mal.

En la dieta DASH lo que priman son las verduras, la frutas, los granos integrales, las proteínas no grasas o magras y los lácteos desnatados. Es una dieta baja en sal, por lo que las personas con la tensión alta pueden llevarla a cabo sin problemas. Además, tiene pocas restricciones y es compatible con veganos, vegetarianos y celíacos.

Recuerda que la base de toda dieta es realizarte un plan de comida al menos de manera semanal para llevar un control de los alimentos que vas comiendo. Es apta para todas las personas y edades, ya que es rica en fibra y no contiene grasas saturadas. Realmente, es la dieta que se debería llevar independientemente que se quiera o no perder peso.

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Alimentos de la dieta DASH

dieta DASH

Uno de los beneficios de seguir la dieta DASH es que te hace un cambio de hábitos alimenticios y te enseña a comer de forma nutritiva. Esta dieta se caracteriza por su bajo contenido en sal y tiene la particularidad de incrementar los alimentos ricos en potasio, magnesio, calcio y fibra para bajar la tensión, y en el caso de la fibra ayudas al movimiento intestinal. Es decir, comienzas a comer alimentos nutritivos con los que adelgazarás en vez de engordar.

Los pasos a seguir en esta dieta son:

  1. Aumentar la ingesta de verduras y frutas que no contengan almidón.
  2. Consumir de forma moderada los lácteos sin grasa.
  3. Acostumbrarte a comer granos integrales.
  4. Comer carne magra. El pavo es de los alimentos que menos grasas tiene junto al pollo. No comas la piel y escoge la pechuga.
  5. Come soja, nueces y semillas.
  6. Huevos o sustitutos del mismo.
  7. Da prioridad al pescado tanto blanco como azul en vez de a las carnes rojas.
  8. Incrementa las grasas saludables como el aceite de oliva o los aguacates.
  9. Reduce la ingesta de azúcares, recuerda que la fruta tiene fructosa y es mejor que el azúcar convencional.
  10. Evita el consumo de alcohol y el tabaco.

Por último, no te olvides del líquido ya que has de beber una media de dos litros de agua diarios. Aunque no lo creas, consumir otras bebidas como refrescos o alcohol es perjudicial para tu cuerpo (es como si lo desnutriera). En cambio el agua ayudará a nutrirlo y a que todo funcione correctamente en tu interior.