El CVO, la evolución del CFO para crear valor a la empresa

Desde hace algunos años, en Estados Unidos comenzaron a hablar del CVO (Chief Value Officer). Esta figura de nuevo cuña debería ser la evolución del director financiero, ya que no se trata solo de gestionar las finanzas, sino de generar propuestas de valor real para la empresa, para los clientes y para el mercado. Los beneficios de los proyectos y del negocio no se miden en cifras contables nada más, sino en el valor estratégico generado.

El autor estadounidense Ron Baker, fundador del think tank VeraSage Institut, escribió en 2015 las características esenciales que debe atesorar un CVO de éxito. Las condensó en las siglas LACEY: Liderazgo, Actitud, Compromiso, Experimentación y Juventud. “Alguien debe estar a cargo del valor que generan las empresas”, explicó.

De la misma manera, la consultora Expense Reduction Analyst señaló en el informe “Del CFO al CVO: el nuevo papel del director financiero en la empresa 4.0” que la función financiera debe centrarse en adelante en la creación de valor, pues la automatización le permitirá desligarse de actividades más rutinarias.

Según esta visión, el CFO (Chief Financial Officer) irá cambiando su rol tradicional como administrador y experto en finanzas, adquiriendo habilidades técnicas basadas en la administración, el control de gestión, la gestión de tesorería y la planificación financiera. El director financiero prestará un apoyo esencial a las decisiones estratégicas y empresariales de la compañía, gracias a unas ideas y horizontes profesionales más amplios que le permitirán, casi de forma natural, llevar a cabo un proceso de crecimiento que potencialmente equiparará su función a la del consejero delegado. El principal objetivo del CFO debe ser prestar apoyo a la empresa para crear valor.

En la era 4.0, el CFO tiene la oportunidad de ser cada vez más un director de valor. La próxima ola de tecnología digital aportará profundos cambios a las responsabilidades, el tamaño y la forma del cargo de CFO. En el mundo 4.0, el departamento financiero será más pequeño que hoy, pero con más competencias y un personal más cualificado gracias a la esperada transformación digital de las finanzas.

Los CFO son conscientes de que su propio trabajo también se verá muy afectado por los cambios que vendrán, al mismo nivel que las TIC, la seguridad, la logística y los procesos operativos, expone el citado informe de Expense Reduction. Llegar a ser una empresa 4.0 supone un cambio estructural e invertir en tecnología. Para ello, se necesita financiación. El CFO debe hacer una evaluación previa adecuada de las inversiones y después una monitorización, ya que la compañía debe ser capaz de generar cash flow positivo suficiente en el futuro.

En este sentido, las medidas de reducción de gastos pueden desempeñar un papel esencial a la hora de reforzar el flujo de efectivo o cash flow necesario. La gestión inteligente de los gastos puede cubrir hasta un tercio de la financiación necesaria, según datos recogidos en el informe.

Para facilitar el trabajo de los CFO y permitir que se focalicen en su nueva labor como creadores de valor, existen soluciones tecnológicas. Una de ellas es BilliB, la plataforma financiera de Supply Chain Finance desarrollada por everis que permite planificar una integración escalada, con distinto grado de automatización, sin necesidad de plantearse una inversión inicial ni cuotas fijas en su utilización. Esta implementación es un paso más para que el CFO se convierta en el CVO (Chief Value Officer) del futuro permitiéndole planificar su tesorería, rentabilizar sus líneas de financiación y todo ello, estableciendo nuevos modelos de negocio con su cadena de suministro.