Las marcas son las reinas del supermercado, pero su regencia ha llegado al límite. Los consumidores queremos saber qué comemos y por eso, aplicaciones nutricionales como El CoCo, MyRealFood y Yuka acumulan descargas cada día. Se han convertido en el azote de las marcas del supermercado y han revolucionado la compra de miles de españoles. El CoCo fue la primera en llegar a España y ya cuenta con 300.000 descargas. Sus fundadores tienen claro el objetivo: cambiar la cesta de los consumidores.
Cámara en mano y escaneando el código de barras con el móvil. Es frecuente encontrar en el supermercado a alguien actuando así, pero ¿qué sentido tiene? Muy sencillo. “Lo que hacemos es descifrar las etiquetas. Técnicamente capturamos la información que hay detrás de las etiquetas, tabla de ingredientes y contenido nutricional y la traducimos en una información fiable que sea fácilmente interpretable por parte del usuario”, explica el cofundador de El CoCo, Jean-Baptiste Boubault en una entrevista con MERCA2.
Boubault hace especial énfasis en que en España todos los alimentos están sujetos a regulación. Sin embargo, uno de los objetivos de su proyecto es luchar contra la opacidad de las marcas. ¿Qué es lo que falla? En el packaging estamos con lo de siempre, promesas milagrosas de los productos y ese punto es en el que El CoCo comienza a actuar y desenmascara a las marcas.
La actividad que lleva a cabo El CoCo molesta cuanto menos a los gigantes del consumo. En este punto es donde se acusa la falta de transparencia de algunas marcas. El trabajo de la aplicación necesita de una base de datos amplia para tener acceso a una información completa sobre los productos y poder analizarlos antes de dictar veredictos informativos en el escaneo de cada artículo.
LA RESISTENCIA DE LAS MARCAS
«El Estado y las organizaciones gubernamentales exigen transparencia, pero no cuentan con una base de datos del consumidor centralizada. Bueno, sí existe, pero está controlada por intereses privados”, se queja Jean-Baptiste durante la conversación con este medio. El mismo fundador de “El consumidor consciente” más conocido como El CoCo, relata que se pusieron en contacto con base de datos mencionada para explicarles el proyecto y trasladarles la intención de comprar la información. La respuesta fue negativa. “Entendían nuestro proyecto, pero sus socios principales eran las marcas, y éstas no tenían ningún interés en fomentar la transparencia. Por lo tanto, no nos vendían su base de datos”.
Entre muchas otras, la labor de aplicaciones como El CoCo es presionar a la industria. Comprar es votar, y si cambiamos los hábitos de compra enviamos un mensaje muy claro a las marcas de que no hay tanto espacio para productos ultraprocesados, productos disfrazados de saludables por marketing engañoso en los lineales de los supermercados.
La presión que ejercen estas apps sobre las marcas se materializa llamadas telefónicas al equipo de El CoCo para cuestionar el resultado que obtienen sus productos al escanearlos. “Nosotros enviamos el documento que explica por qué tiene esa puntuación, ya que, El CoCo no juzga los productos, sino que calcula clasificaciones que existen a nivel internacional y están reconocidas como buenas para ayudar al consumidor”, señala. De ninguna manera una marca podrá o puede influenciar la nota o información nutricional que damos en la app, asegura de manera contundente Boubault.
CAMINO DE LA RENTABILIDAD
Los ahorros de los cofundadores y el apoyo de inversores privados son las principales vías de financiación desde que naciese El CoCo hace justo un año. Sin embargo, 2020 llega con el reto de alcanzar el equilibrio económico y las cuentas premium serán el instrumento.
Ofrecer a los usuarios vías adicionales de pago será la forma de rentabilizar el proyecto. La versión gratuita no desaparecerá y seguirá contando con las mismas funciones que hasta ahora. Adicionalmente, las cuentas premium pondrán a disposición de los usuarios funciones que están demandando, obtener consejos nutricionales personalizados o información específica sobre los alimentos para algunos colectivos como los celiacos. Las mejoras en la aplicación llegarán a principios de 2020 con la nueva versión actualizada y todavía no se sabe cuál será el coste del servicio premium.
‘MYREALFOOD NO ES COMPETENCIA’
El éxito del movimiento Real Fooding no es problema para El CoCo. El lanzamiento de MyRealFooding, la app nutricional del equipo de Carlos Ríos, no ha supuesto un freno para nosotros, afirma Jean-Baptiste Boubault. Lejos de eso, ha sido un apoyo: “Cada una ve las cosas de una manera y propone servicios diferentes. Pasamos de ser solos intentando contar nuestra historia y hacer promoción, que no es una promoción tradicional porque no tenemos recursos financieros para hacer publicidad como tal, a ser tres apps que hablamos de lo mismo”.
La OCU señala a El CoCo como la más completa de entre sus competidores, Yuka y MyRealFooding. Los resultados de cada producto facilitados por la app proceden de la combinación de Nutriscore, que califica la calidad nutricional a través de un semáforo de colores, y Nova, que indica el grado de procesamiento. Insisten en que su producto no valora, solo pretende educar al consumidor y facilitar la comprensión de la información nutricional. Además, cuentan con un equipo de nutricionistas encabezado por Juan Revenga para verificar los resultados desde el punto de vista científico.
Como novedad en la última actualización de El CoCo, además de las cuentas premium, ofrecerán nota para los productos. La puntuación estará basada en criterios científicos y verá la luz a principios de 2020, según adelanta Jean-Baptiste Boubault.