McDonald’s pierde por un lío amoroso al hombre que le sacó de la crisis

Steve Easterbrook, CEO y presidente ejecutivo de McDonald’s desde marzo de 2015 dice adiós. Durante su mandato, las acciones de la compañía se han revalorizado un 90%. Y además ha sido el encargado de sacar a la empresa de la crisis, mediante la digitalización.

McDonald’s despidió a Easterbrook por tener una relación sentimental consensuada con una empleada. Una decisión que la compañía anunciaba el domingo tras votar el viernes en Junta después de investigar su relación.

Según varios medios, el ex CEO escribió un correo electrónico a los empleados explicando que “había violado” la política de la compañía sobre conducta personal. Y eso “fue un error». Además, se mostraba de acuerdo con el consejo de administración, teniendo en cuenta los valores de la empresa. “Es hora de seguir adelante».

MCDONALD’S PIERDE LA JOYA DE LA CORONA

Easterbrook lideró en estos cuatro años un “agresivo” plan de modernización en McDonald’s. Nada más llegar, se tuvo que enfrentar a una importante crisis. La compañía había anunciado el cierre de 700 locales en EEUU, Japón y China. Además, vivía un largo periodo de deterioro de ventas por la fuerte competencia y los hábitos más saludables de los consumidores.

Así, introdujo una receta de pollo en el menú, eliminó los pollos tratados con antibióticos de la cadena, elevó el salario mínimo de los empleados y empezó a comercializar un desayuno con productos de calidad que se pudiera pedir durante todo el día. También planteó introducir productos vegetarianos y sobre todo, se encargó del cambio digital.

El ex CEO, ha remodelado las tiendas durante estos años incluyendo tableros digitales para hacer pedidos y ha adquirido compañías de inteligencia artificial para mejorar la experiencia del servicio de Mcauto y elevar las ventas. También logró acuerdos de entrega de comida a domicilio con aplicaciones como Uber Eats y DoorDash.

En su intento de enfrentarse a los desafíos de la industria alimentaria, optó por actualizar sus sándwiches y renovar sus restaurantes para mantenerse al día con esos cambios, aunque la inversión fue importante.

PROBLEMAS CON LAS FRANQUICIAS

Después de todos estos cambios, los franquiciados de EEUU se opusieron a las inversiones obligatorias de tableros digitales y nuevos elementos de menú. Y de hecho, iniciaron una asociación independiente el año pasado para rechazar algunos de los cambios de Easterbrook.

En un primer acuerdo, Easterbrook dejó a algunas franquicias que retrasaran estas instalaciones y retiró las ofertas que incluyen hamburguesas premium y partes de un menú de desayuno durante todo el día. Por ello, hay quienes destacan que, en este tiempo, el tráfico de los restaurantes en Estados Unidos se ha estancado.

LO QUE PIERDE EL CEO

McDonald’s explicaba este lunes que pagaría a Easterbrook 26 semanas de indemnización y las bonificaciones prorrateadas. Además, como parte de su acuerdo de rescisión, no puede trabajar para un competidor ni llevarse a ningún empleado de McDonald’s durante dos años. Si bien, ya dirigió varias cadenas de comida rápida antes de ascender al cargo de presidente.

Otra cosa que perderá Easterbrook por su lío amoroso, son los casi 16 millones de dólares que ganó en 2018 de acuerdo con la documentación presentada ante la SEC.

EL RELEVO

McDonald’s anunciaba que Easterbrook sería sucedido inmediatamente por Chris Kempczinski. Éste ha dicho que mantendría el enfoque de Easterbrook en la tecnología como CEO y cree que las inversiones de la compañía valdrán la pena. “No habrá un cambio estratégico radical. El plan está funcionando”, explicaba en una entrevista.

Mientras añadía, que los inversores deberían sentirse seguros de la sucesión y que tiene la intención de escuchar a los consumidores.

EL DEBATE ESTÁ EN LA MESA

Tras conocerse la decisión de McDonald’s de prescindir de su CEO, el debate está en la mesa. La empresa estadounidense prohíbe a los gerentes tener relaciones con sus empleados. Según Legalitas en algunas empresas de EEUU, es una práctica habitual.

Y antes de la contratación de sus trabajadores, imponen protocolos para garantizar la independencia de sus directivos y trabajadores, prohibiendo que mantengan relaciones sentimentales con compañeros o compañeras de la empresa, incluso con clientes de la misma.

Sin embargo, en España, esta práctica no está consolidada, ya que vulneraría los derechos fundamentales de los trabajadores.