Los minoritarios de DIA, condenados a confiar en el plan de Fridman

Agrupados en la Asociación de Accionistas Defensores de DIA (AADD), los minoritarios de DIA se convirtieron en el mayor dolor de cabeza de Mikhail Fridman durante la opa. Sin embargo, tras la ampliación de capital promovida por el magnate ruso no les ha quedado más remedio que confiar en los nuevos planes y la estrategia.

“Confiamos en Fridman porque es lo único que tenemos”, aseguran antiguos miembros de la ya desaparecida asociación, quienes añaden que “con el tiempo la empresa valdrá y facturará más”. Motivo por el cual han anunciado que acudirán a la ampliación de capital por 605,5 millones de euros que arrancará el próximo miércoles 30 de octubre.

LetterOne firmó un compromiso de suscripción de hasta 5.000 millones de los títulos nuevos, según se detalla en el folleto informativo del aumento de capital, por lo que desembolsará 500 millones de euros. De esta forma, el vehículo inversor de Fridman cubrirá el 82,5% de la ampliación de capital. El resto corresponderá a los accionistas minoritarios, que poseen en total el 30,2% de la compañía.

La Comisión Nacional del Mercado de valores (CNMV) dio luz verde a una operación acordeón, con la reducción de capital 56,02 millones de euros mediante la disminución del valor nominal de las acciones para compensar pérdidas, a la que posteriormente seguirá la ampliación de capital mediante la emisión de 6.055,5 millones de acciones ordinarias a un precio de 0,10 euros.

La familia heredera del creador de Carrefour, los Bontoux Halley, con un 3,4%, y el inversor portugués Luís Amaral, que controla en torno a un 2% del grupo a través de su family office Western Gate, también prevén acudir a la operación, según avanzó ‘Cinco Días’.

El anterior presidente de la asociación, Rafael del Castillo, recuerda a MERCA2 que intentaron por todos los medios poner en marcha un Plan B a Fridman con la búsqueda de otro inversor. La opa, en la que el magnate ruso se hizo con el 70% de la compañía, diluyó sus opciones.

PREOCUPACIÓN POR LA VENTAS

Actualmente, DIA está centrada en la estabilidad del negocio y en seguir promoviendo y apoyando la recuperación de ventas, tal y como recuerdan fuentes de DIA. La forma de apoyar la recuperación se hará a través de diversas iniciativas en diferentes ámbitos, como en el área comercial, operaciones o logística. Medidas que DIA no ha concretado, pero cuyo objetivo común de impulsar el tráfico de clientes, las ventas en las tiendas y mejorar la productividad.

La situación de DIA es complicada. Registró unas ventas netas de 3.400 millones de euros en el primer semestre de 2019, un 7% menos; mientras que cosechó una pérdida neta atribuible de 418 millones de euros. De hecho, DIA tuvo que resolver algunos problemas: normalizar la relación con las aseguradoras de crédito y toda la base de proveedores, recuperar y eliminar las faltas de stock, y abastecer completamente las tiendas y almacenes. 

El cierre de almacenes se ha traducido a corto plazo en un aumento de los costes logísticos y la interrupción de las actividades de comercio electrónico no alimentario en España a través de eshopping también han afectado.

Letterone ya reconoció que en los dos primeros años la empresa no conseguiría remontar el vuelo. No obstante, la estrategia basada en la marca blanca, los supermercados de proximidad y un modelo parecido al del Lidl invitan al optimismo.