viernes, 13 diciembre 2024

El hombre marca: las ventas de Jordan baten a varias empresas del Ibex 35

Quizás sin ser muy conscientes de ello, aunque sí conocían su enorme potencial, en 1984 el trío formado por Sonny Vaccaro, Rob Strasser y David Falk alumbraron la línea deportiva más rentable y exitosa de la historia: Jordan Brand, como parte del contrato entre Michael Jordan y Nike. Ahora, cuando se cumplen 35 años después de aquel célebre matrimonio, dicha marca (que no es una empresa como tal) se ha convertido en un fenómeno de ventas que en alguno de los casos supera incluso a compañías de cierto peso que cotizan en el selectivo español.

«En la última conferencia, explicamos que la marca Jordan se estaba acelerando y terminó con más de 3.000 millones de dólares en ingresos en este año fiscal. Además, consiguió un año récord tras lograr su cuarto periodo con crecimientos de dos dígitos en todas las geografías», señalaba está misma semana el presidente de Nike, Mark Parker. Con ello, los 3.000 millones de dólares cosechados, que en realidad han sido 3.138 millones (2.870 millones de euros) la marca del icónico baloncestista factura por encima de empresas del Ibex como Indra o MásMóvil, iguala a otras como Bankia e incluso multiplica por tres a otros bancos como Unicaja.

El éxito de la marca la ha llevado a convertirse en uno de los principales pilares para la firma deportiva más importante del mundo. Los 3.138 millones de ingresos obtenidos en el año fiscal de 2019 contrastan con los 2.329 millones que logró en 2015, lo que supone un incremento cercano al 35% en dicho periodo. La fuerte evolución de las ventas ha llevado a Jordan a competir con áreas enteras como la de Training o Running en las cuentas de Nike, incluso por delante, por ejemplo, de todas las ventas que hace su sección de fútbol que sumaron 1.895 millones de dólares.

Y todo ello, de una relación que en principio nunca debería haberse dado, y es que en realidad Michael Jordan nunca quiso vestir Nike. El seis veces campeón de la NBA deseaba vestir una nueva línea de Converse, la marca de referencia en aquellos años, como hacían las estrellas del momento como Magic Johnson, Larry Bird o su gran ídolo Julius Erving. Se debe recordar que el famoso mate inmortalizado desde el tiro libre vistiendo, además, unas Jordan Air en el concurso de mates de 1987, no es más que un homenaje al que hizo por el Doctor J (así se le conocía a Erving) en el primer concruso de este estilo celebrado en 1976.

Los deseos del jugador y su reticencia a Nike trajeron consigo dos efectos importantes que quizás cambiaron la historia: en primer lugar, provocó que la firma incrementase notablemente su apuesta económica hasta tal punto, que se le ofreció al propio Jordan un porcentaje de cada venta como si cada par de zapatillas fuera una obra suya. En segundo lugar, la compañía se vio obligada a volcar todo su capital humano para satisfacer a la estrella, también condicionada por el enorme desempeño económico realizado, de tal manera que dicha aventura resultase rentable. La conjunción de ambas llevó a que dos de las grandes fuerzas del momento operasen con un mismo fin, ya que si bien el de Chicago era una bestia del marketing, la empresa no se quedaba atrás en tecnología, creaciones y diseño.

DOS ZAPATILLAS QUE HAN MARCADO EL BALONCESTO

El trabajo conjunto de ambos, diseñadores y el propio jugador tenían reuniones a menudo para estudiar cómo sería el modelo del año siguiente, trajo consigo éxitos desde el primer momento y también problemas. Uno de los puntos de inflexión para la marca se dio en 1988 cuando Jordan estuvo cerca de abandonar Nike por otro proyecto todavía más ambicioso, lo que llevo al director de Nike, Phil Knight, a poner a disposición de la estrella a su mejor diseñador, Tinker Hatfield, y su ayudante, Ron Dumas, para crear una zapatilla icónica. «Fueron meses en los que apenas dormía», recuerda Hatfield. Aunque el resultado no pudo ser mejor, ya que alumbraron las Air Jordan III, el modelo con estampado de elefante que traía en la lengüeta el logo reconocido como Jumpman. Una silueta que se ha hecho eterna.

Jordan Merca2.es

Otro de los hitos se dio en noviembre de 1995, el regreso a las canchas de Jordan se produjo con las que quizás son las más icónicas de todas cuanto han existido: las Air Jordan XI. En palabras de su creador, que tuvo llamadas telefónicas con el propio jugador casi diarias, se había cumplido con el objetivo, puesto que se buscaba «unas zapatillas elegantes que pudieran casar incluso con un traje». El modelo era blanco, de tobillo alto y adornado (casi recubrimiento) con un tejido charol negro que les daba el aspecto de zapatos elegantes que casaba con la búsqueda inicial que, por cierto, aparecen con mucho protagonismo en la película Space Jam.

JORDAN SIGUE BUSCANDO ORO ENTRE LOS JÓVENES

En la presentación de resultados, además de las cifras, Parker señaló que están «increíblemente emocionados de anunciar que Zion Williamson [el flamante número uno del draft, esto es el mejor jugador nuevo que llega a la NBA] se unió a la familia Jordan. Estamos orgullosos de que Zion vaya a usar las nuevas Air Jordan 34 para comenzar la NBA». Asimismo, el presidente informó de que «ya estamos desarrollando una nueva innovación con uno de los novatos más esperados de la NBA». Al igual que en su momento Nike apostó por un novato con un alto potencial como era Michael Jordan, años después sigue con las mismas tácticas para seguir pescando entre el público más joven. También, porque otros jugadores más consagrados exigen su propia línea (emulando al de Chicago) como es el caso de Lebron James o Kyrie Irving.

El caso de Zion no es el único, puesto que la compañía también ha logrado unir a sus filas a dos de los prometedores jugadores de la NBA, aunque cada uno por distintas características. Por un lado, está Jason Tatum que debe asumir el liderato de la franquicia con más solera de la NBA, Boston Celtics, más si cabe después de la salida de Irving y de las dudas que genera (no por su calidad, sino por ser capaz de marcar diferencias reales) el All Star del equipo, Kemba Walker. Tatum es un fino estilista, anotador nato, con buenos brazos para robar balones y gran tirador, condiciones que le sitúan entre los principales candidatos a liderar la liga próximamente.

Por otro lado, se encuentra Rui Hachimura que sin poner en duda su valía y su calidad, como ha demostrado recientemente, su gran potencial es el de convertirse en el mejor jugador japonés de la historia. En definitiva, abrirse al mercado nipón, más si cabe al ver la notoriedad que tuvo su participación en el Mundial de Baloncesto. También se está abriendo las puertas a estrellas emergentes del baloncesto femenino como las jugadoras de la WNBA Asia Durr y Kia Nurse.

Por último, la firma se ha ido abriendo cada vez a más frentes. Su estilo de vestimenta que se podría llamar callejero saltó hace algún tiempo a la otra gran liga del país, la NFL, de donde se han obtenido buenos rendimientos para atacar por dos frentes (Nike y Jordan) a firmas que son muy fuertes como Under Armour. También ha empezado a desplegar sus tentáculos a través del fútbol, ni más ni menos que con el poderoso PSG, aunque por el momento no es más que de manera residual.


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