Di adiós al tabaco con estos tratamientos

Para dejar el tabaco lo primero que tienes que tener claro es que “realmente quieres dejarlo”. Son muchas las personas que dicen que van a dejar de fumar, pero realmente es algo que se dice al igual que lo de “mañana empiezo la dieta”. Ese mañana nunca llega, porque en el fondo no quieres hacerlo.

Una de las cosas más importantes a la hora de abandonar el tabaco para siempre es tener motivación para dejarlo. Sin eso no vas a conseguirlo nunca. Puedes dejar de fumar por voluntad propia o con ayuda de fármacos indicados para ello.

Conseguir dejar el tabaco por tus propios medios es bastante complicado y de los cien que lo intentan tan solo seis lo consiguen. Si acudes al médico a que te dé algunos consejos la cifra de los que lo logran asciende hasta 10. Sin embargo, si tomas medicinas para dejar el tabaco el índice sube hasta un máximo de cincuenta.

Abandonar el hábito de llevarse un cigarro a la boca consta de tres puntos:

  1. Querer realmente dejarlo.
  2. Tener una motivación para hacerlo.
  3. Saber cómo dejarlo.

Preparación

tabaco

Como te he dicho antes, debes saber el número de cigarros que te toca fumar ese día y si vas a salir a la calle llevarte tan solo los que te corresponden. No sirve de nada comprarte otro paquete cuando estés fuera de casa. Te repito que solo te engañas tú mismo.

En los cinco primeros días que estés con la reducción de tabaco no debes coger de nadie ni ofrecer. Tienes que tener en cuenta los cigarros que te tocan y no salirte ni para más ni para menos. Tiene que ser gradual.

Si estás acostumbrado a fumar en toda la casa es importante que te acotes los lugares y deben ser donde más fumes. Es decir, deja tan solo dos sitios en la casa en los que fumar, y si puede ser uno, aún mejor. No tengas el tabaco en la mano, es como el teléfono, si lo tienes cerca lo coges. Con el tabaco pasa lo mismo, no veas los paquetes, déjalos en el sitio específico de fumar y evitarás la tentación.