El fabricante de coches eléctricos Tesla ha firmado un acuerdo de suministro con LG para que sean las baterías de la tecnológica surcoreana las instaladas en los vehículos producidos en China.
Las baterías fabricadas por LG Chem, filial de LG, se utilizarán inicialmente en los Model 3 que salgan de la planta que tiene Tesla en Shanghai, la primera fuera del territorio estadounidense, según ha informado Bloomberg. Después se incorporarán al Model Y, primer crossover compacto de la marca que también fabrica en China.
Tesla podría adquirir baterías de otros proveedores a medida que el fabricante del Model 3 se prepara para comenzar la producción en China a finales de este año. De hecho, la compañía de Elon Musk tiene una larga relación con la japonesa Panasonic, que ya fabrica baterías para la firma norteamericana.
LG Chem quiere proporcionar a Tesla las llamadas celdas de batería tipo 21700, que tienen más capacidad que algunos tipos de baterías más antiguas, según los expertos consultados por Bloomberg. La compañía surcoreana las fabricará en la planta que tiene en Nanjing, que se encuentra a unos 320 kilómetros al oeste de Shanghai.
LG Chem es el segundo mayor fabricante mundial de células de batería de iones de litio, según BloombergNEF. La compañía busca reducir su dependencia de la producción química al aumentar las ventas de baterías para vehículos eléctricos. Antes ya ha trabajado para Volvo Cars, Renault y General Motors.
Un portavoz de LG Chem ha declarado a Bloomberg que la compañía no hace comentarios sobre asuntos relacionados con los clientes. Por su parte, los representantes de Tesla en China no respondieron a múltiples solicitudes de comentarios.
CHINA, CLAVE EN LA ESTRATEGIA DE TESLA
Asegurar el suministro de baterías es un paso clave en el plan de Elon Musk para expandirse en China, un mercado cada vez más importante para la compañía que genera importantes pérdidas. Si bien Tesla tiene muchos seguidores en China, los rivales locales han hecho una contribución significativa al sector desde Beijing. Los vehículos importados se realizan mediante aranceles, mientras que los vehículos eléctricos construidos localmente disfrutan de incentivos gubernamentales.
Elon Musk ha marcado en rojo el mercado chino para salir de las pérdidas en las que se encuentra Tesla
Tesla comenzó a trabajar en la fábrica a las afueras de Shanghai el 7 de enero, después de años de negociaciones. La compañía de Elon Musk planea comenzar a producir automóviles a fines de 2019. Sin embargo, algunos nubarrones se acercan. Aunque las ventas de vehículos eléctricos están aumentando en China, el crecimiento se está frenando por el movimiento del gobierno para eliminar gradualmente los subsidios a las compras de este tipo de coches. El mercado general de automóviles de China está disminuyendo, con las ventas totales de la industria en declive durante más de un año.
Tesla se enfrenta a la dura competencia. Por un lado, está el gigante BYD, respaldado por el conglomerado de Warren Buffett Berkshire Hathaway. Además, están los actores nacionales como el creciente NIO, que están ganando clientes con sus coches construidos allí. Tampoco es posible olvidar a los rivales premium como BMW y Daimler, quienes comienzan a comercializar sus modelos eléctricos en el mercado chino.
