sábado, 14 diciembre 2024

La caída de Nissan dejará a Renault con 56 millones menos

Nissan obtuvo un beneficio neto atribuido de 319.100 millones de yenes (2.594 millones de euros al cambio actual) en el año fiscal 2018-2019 (de abril de 2018 a marzo de 2019). Estas cifras suponen una caída del 57,3% en comparación con el curso anterior, y dejaron un impacto negativo de 56 millones de euros al resultado de Renault en el primer trimestre del año.

Ha sido la propia compañía la que ha explicado que sus resultados anuales estuvieron marcados por el complicado entorno de negocio y también por los gastos extraordinarios derivados de campañas de mejora de la calidad de las ventas en Estados Unidos. Otro factor que repercutió en los resultados anuales de Nissan fue la implementación de una campaña de extensión de garantía que afecta a varios vehículos.

En este contexto, La multinacional automovilística japonesa cerró el ejercicio fiscal pasado con unos ingresos de 11,57 billones de yenes (94.099 millones de euros), lo que supone una disminución del 3,2% respecto al año precedente.

El beneficio neto atribuido con el que prevé cerrar el ejercicio fiscal actual será de 170.000 millones de yenes (1.382 millones de euros), un 46,7% menos que el año pasado y un 77% menos que hace dos años. La facturación bajará un 2,3% anual, hasta 11,3 billones de yenes (91.869 millones de euros).

DETENCIÓN DEL EXPRESIDENTE DE NISSAN

El ejercicio fiscal de la firma nipona estuvo marcado por un entorno convulso y vinculado con la detención, el pasado mes de noviembre, del expresidente de la firma Carlos Ghosn por supuestos delitos fiscales.

Carlos Ghosn, presidente de la alianza de los gigantes del automóvil Nissan, Renault y Mitsubishi, fue arrestado en Japón a finales del pasado año por presunto fraude fiscal. La detención se produjo después de una investigación interna en Nissan que habría demostrado que el alto cargo ocultó durante años parte de su salario con el objetivo de no pagar impuestos y desvió fondos de la empresa para fines personales. Ghosn fue destituido junto a uno de sus estrechos colaboradores, Greg Kelly, también envuelto en el escándalo. A raíz del escándalo, las acciones de ambas empresas se desplomaron en Bolsa por aquel entonces. Renault cayó más de un 9% en París, mientras que Nissan, se dejó más de un 6% en Wall Street.


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