Carrefour, Lidl, Mercadona: ¿Dónde vale la pena trabajar?

El trabajo de cajero o de reponedor de supermercado siempre ha sido carne de estudiantes, pero parece que hoy en día, con la crisis y las exigencias de algunas empresas, los trabajadores de los supermercados no son estudiantes ni recién graduados. Son padres y madres de familia. Claro está que los sueldos tampoco son los de antes y es que el salario de reponedor o de cajero ha subido en los últimos años, en parte gracias a estas dos empresas, Mercadona o Lidl, que han conseguido que los trabajadores lleguen a cobrar un salario más alto. Carrefour, por otra parte, sigue manteniendo el mismo sueldo que hace algunos años.

Claro está que, como todo, trabajar en un supermercado tiene sus pros y sus contras. Todo dependerá del súper en el que hayas decidido trabajar (o del que te hayan llamado, claro está). Pero, ¿Dónde es mejor trabajar, en Carrefour, Lidl, Mercadona?

Los empleados de cada uno de los supermercados tienen su versión de la historia, pero, a continuación, vamos a conocer los contras y los pros de trabajar en estos supermercados para que puedas decidir dónde dejar el CV.

8
¿Cómo es el clima laboral?

Lidl

Los empleados de Lidl afirman que trabajar en el supermercado es como estar en familia. Parece ser que hay un buen ambiente de trabajo y que el compañerismo está a la orden del día. Es por eso mismo por lo que los empleados de Lidl sí que van cada día con muchas ganas a trabajar. Nada que ver con lo que cuentan de Mercadona.

Muchos de los empleados se quejan de que el compañerismo no existe en Mercadona. Unos siempre quieren quedar por encima de los otros y eso no ayuda a que haya un clima de compañerismo agradable que te invite a ir cada día al trabajo, sino todo lo contrario.

Esto pasa especialmente con los encargados de sección. No sabemos si es porque les ponen las pilas para que mantengan a raya a los empleados o porque cuando uno asciende tiene ese carácter. Lo que sí sabemos es que han llegado a despedir a dos empleadas por comerse un par de saladitos que iban a ir a la basura en el cierre de tienda y que, por supuesto, iban a pagar.