Hace unas semanas se produjo un tsunami en el sector de las telecomunicaciones. Vodafone España anunciaba un ERE para más de mil personas y, además, cambiaba parte de su estrategia comercial. Debido a la nueva realidad del mercado adaptaría parte de su estrategia, en general, hacia el basto coste y la flexibilidad de servicios. Esto, lógicamente, afecta a su competencia. Pero algunos, como es el caso de Orange, tienen bien resuelto cómo enfrentar la situación.
Así lo han reflejado durante la presentación de resultados anuales de la compañía. Y es que el operador naranja no siente miedo en absoluto ante el cambio estratégico que pueda llevar a cabo Vodafone ante su coyuntura corporativa.
Su CEO, Laurent Paillassot, ha insistido en que Orange basa desde hace años su crecimiento en las firmas multimarca. De hecho, el máximo responsable de la filial francesa ha afirmado que todas las marcas, Amena, Simyo y Jazztel han tenido un comportamiento ascendente durante el pasado ejercicio. Incluso, llega a hablar del concepto de “convergencia multimarca”.
La multimarca sigue siendo la clave para Orange, sobre todo ante los rivales de bajo coste
Paillassot ha recordado que Amena es -a todos los efectos- su convergente de bajo coste y que, incluso, Jazztel puede competir en base a calidad y precio. En todo caso, el CEO de Orange manifiesta que lo importante es captar clientes con cualquiera de sus marcas.
ORANGE CRECE ESTABLE
Por lo que respecta a las finanzas de Orange, las ventas en España llegaron a los 5.349 millones de euros al cierre del ejercicio 2018, lo que supone un 2,3% más que los 5.231 millones de euros que ingresó el año anterior.
El operador naranja aclara que este crecimiento refleja una mejora de su actividad en el cuatro trimestre, cuando sus ingresos en España alcanzaron los 1.375 millones de euros, un 2,4% más en términos comparables y un 2,5% más en reportados, ya que en el tercer trimestre la subida fue del 0,5%. Asimismo, el operador destaca el aumento del 1,2% de los ingresos por servicios minoristas, hasta los 3.855 millones de euros, impulsados por el incremento del 3,1% de la facturación de sus ofertas convergentes, que compensó el descenso del 1,3% de los clientes sólo móvil y del 1% de los servicios fijos.
En cuanto a la base de clientes, Orange cerró 2018 con 3,12 millones de usuarios convergentes, un 1,1% más que a finales de 2017, mientras que los clientes de móvil aumentaron desde los 15,89 millones, hasta los 16,19 millones, tras incluir los alrededor de 150.000 de República Móvil, adquirida por Orange el pasado año.
Los naranjas también informan de que los cliente de contrato, excluyendo los servicios máquina a máquina (M2M), se redujeron en 37.000 en el cuarto trimestre por la «intensa competencia» en el mercado del bajo coste.
En cuanto a la banda ancha fija, la compañía ganó 19.000 clientes netos en el cuarto trimestre gracias a las ofertas que incluyen fútbol. En el conjunto del año, los usuarios de banda ancha fija se mantuvieron estables en torno a los 4,15 millones, aunque los de fibra aumentaron un 27,6% en un año, hasta 2,88 millones.