Mientras la mayor parte de Venezuela clavaba los pies en tierra firme liderados por un Guaidó treintañero, de la mano de las corrientes opositoras al dictador Maduro, y en Brasil los corrimientos de tierras en las zonas de Isla Grande y Rio de Janeiro dejaban más de 200 muertos, 100 desaparecidos y cientos de heridos, el Barça lograba un empate a 2 goles frente al Valencia gracias a la magia de Messi y los taxistas madrileños concluían su decimotercer día de huelga montando jaleo en Puerta del Sol; la noticia de primera plana en los telediarios del 2 de febrero fue, sin duda, los Premios Goya 2019.
Mas allá de la 1 de la madrugada y en mi primer sueño noté como Bea intentaba despertarme con besos silenciosos y, envuelta en una auténtica pereza, hice por despertarme para ver qué quería. –“Mamá, mamá, hemos ganado; nos han dado el Goya mamá”. Su cara lo decía todo, la felicidad contenida y los restos de lágrimas en sus mejillas me hicieron aceptar que tenía que compartir con ella ese momento.
“Mamá a Jesús Vidal le han dado el Goya al mejor actor revelación y hemos Ganado el Goya a la mejor película del 2018”, insistía mientras me encaminaba con ella al cuarto de estar, donde conseguí escuchar los discursos del equipo que consiguió llevar al mejor lugar a los “Campeones”
– ¿Y esa emoción princesa?, veo que has llorado. ¿Cómo es eso de que habéis ganado?, tu no has participado en la película…, le dije con suavidad en el tono, porque deseaba saber en qué contexto se colocaba ella como ganadora.
– “Porque son como yo, todos tenemos discapacidad y somos un equipo, hemos ganado. ¡Ahora ya somos importantes, por fin!”
En ese momento quien casi delata una lagrima fui yo. Su mensaje fue perentorio y de una rotundidad y precisión que si estaba somnolienta, aquellas palabras hicieron de dos cafés dobles y los ojos se me abrieron como las persianas automáticas.
Ahora Beatriz se sentía “…importante, por fin”. Eso cala muy hondo en las entrañas de quienes tenemos hijos con discapacidad, que -de alguna manera para nosotros- SON lo más importante de la familia tanto por sus virtudes, por lo que son en sí mismos y lo que acarrean de preocupaciones en el futuro.
Pero qué piensan ellos de sí mismos?. Acaso no se consideran tan importantes como el resto de sus hermanos?, acaso tienen un pobre concepto de sí mismos?.
Creo, sinceramente que a este tema tienen que dedicarle una vuelta los psicólogos, psiquiatras y demás profesionales del ramo con la misma seriedad que recibí el mensaje de Beatriz.
No pude por mas que decirle que para mi y para su padre, ella era lo más importante de nuestro mundo desde el día que nació y que había nacido ganando todo lo mejor de la vida porque “tienes el privilegio de ver todo lo bueno y maravilloso que hay en ella, mientras que nosotros, a veces, y solo a veces, tenemos la suerte de verlo también”
Durante todo el día, el anuncio de los Premios Goya en Televisión era un goteo constante desde las 18.30 y Bea no se despegó de la pantalla incluso cuando le llamé la atención. Pareciera que este años los premios vinieran envueltos en MAGIA pues incluso yo misma veía los anuncios y los previos que hacían de ellos y entablaba con mi marido la crítica y el debate; algo absolutamente impensable durante años anteriores.
Sin duda los Goya traían un mensaje del que hasta ahora y sin saberlo ellos mismos, no habían sido portadores: “Campeones” y las palabras de Jesús Vidal ganador del goya al mejor actor revelación.
Tres palabras del hermoso discurso de Vidal: Inclusión, diversidad y “VISIBILIDAD”, fueron las protagonistas de la noche sin duda, y las que calaron hondo en Beatriz que en su rotundo mensaje expresaba como “Ya somos importantes, por fin”.
Y es así como quiero entender los Premios Goya del 2019; noticia de portada del Telediario de la noche, que dedicó 20 minutos en los titulares informativos y otros 20 en el desarrollo del mismo, aunque en Venezuela siga asolando la pobreza, los rusos desarrollen misiles hipersónicos tras suspender el acuerdo nuclear con USA; en Francia los radicales de izquierda y derecha desataran una batalla en Paris, los taxistas sigan de huelga, el Barça vaya a ganar la liga y etc… La MAGIA de los Goya inundó la noche y ellos; las personas “con otras capacidades” (Luis Manso, en su discurso), lograron adormilar los malos momentos que vivimos y sacar los mejores porque “Ahora somos Importantes, por fin”.
Beatriz Gómez-Jordana Moya, mamá de Beatriz