Alcoa presentó el pasado mes de octubre un expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo para sus fábricas en A Coruña y Avilés, que emplean a casi 700 personas, denunciado “los altos precios” de la energía en España.
El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo no ocultó su preocupación por el anunció y pidió a la compañía que comenzara un proceso de negociación para buscar alternativas al cierre de las plantas y los despidos masivos.
Según han informado los comités de ambas fábricas este miércoles, después de “una larga y dura” negociación, han logrado alcanzar un preacuerdo, aprobado tanto por la Xunta como por el Principado de Asturias, principalmente ratificado por dos puntos clave.
Por una parte, el Gobierno tiene hasta el 30 de junio para encontrar un inversor que permita salvar las plantas y empleos, según ha confirmado la Comisión Negociadora en un comunicado. En caso de que no lo lograse, se ha acordado un plan para dar solución a 355 empleados, que mantendrán el empleo o serán prejubilados o recolocados, mientras el gobierno trabajará para que los 268 trabajadores restantes no se queden tirados.
Alcoa y sindicatos llegan a un preacuerdo que garantiza el empleo seis meses
Por otra parte, la empresa productora de aluminio se ha comprometido a destinar una cantidad de 20 millones de euros para cada planta con el fin de mejorar las instalaciones de las series de electrólisis y rearranque de las mismas.
Tanto el Gobierno como los sindicatos valoran muy positivamente la reunión, aunque los últimos reconocen que esperaban un compromiso más contundente por parte del Ejecutivo que garantizara el empleo de todos los trabajadores.
Sin embargo, en este sentido, el Gobierno ha declarado que no pueden comprometerse a garantizar el 100% del empleo pero que se esforzarán “al máximo” para encontrar una solución, según han declarado Yolanda Valdeolivas, secretaria de Estado de Empleo, y Raúl Blanco, secretario de Estado de Industria.
En todo caso, el presidente del comité de empresa de la planta de Avilés, José Manuel Gómez de la Uz, considera que el preacuerdo es positivo porque “no tenemos otra opción y así ganamos tiempo”.
