El ex presidente de Caja Madrid y Bankia, Rodrigo Rato, echó balones fuera y puso la mirilla de los fiscales sobre el Banco de España (BdE), quien dictó las instrucciones y “no dejó muchas opciones” más allá de la fusión de las siete cajas para cumplir con los requisitos de capital necesarios establecidos por la Autoridad Bancaria Europea (EBA).
El que fuera vicepresidente del Gobierno y presidente de FMI, ahora en prisión, acudió a la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid) con un guión del que no se salió en ningún momento. La idea del nacimiento de Bankia fue del regulador bancario. De hecho, ha declarado que en el plan de negocio de Caja Madrid (marzo de 2010) no se planteaba ninguna fusión con otra entidad.
Rodrigo Rato abrió este martes el turno de declaraciones de las 31 personas acusadas por estafa y falsedad de cuentas en el juicio por la salida a bolsa de Bankia. El veterano economista y político afirmó que “el Banco de España nos decía lo que teníamos que hacer”. Y claro, él lo hizo. “El dos años y tres meses que he sido presidente de Caja Madrid y de Bankia, el BdE no me ha requerido nunca que estuviéramos incumpliendo sus recomendaciones”, declaró.
De acuerdo a su versión de los hechos, Caja Madrid se encontraba cerca del límite de los requisitos de capital. No fue hasta la publicación del Real Decreto Ley de mayo de 2010, que estableció la creación de Sistemas de Instituciones de Protección (SIP), cuando “el Banco de España nos indicó claramente los pasos que teníamos que dar, que teníamos que fusionarnos”. Las palabras de Rodrigo Rato también señalaron el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Fue el FROB quien les dijo “cuáles eran nuestras opciones, además de prestarnos el dinero”.
“El consejo de administración de Caja Madrid accedió a cumplir la ley”, afirmó Rato. Por ese motivo comenzó la fusión fría de la entidad madrileña con Bancaja, Caja Ávila, Caja Canarias, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja La Rioja. “El Banco de España me comunicó oficialmente su opinión de que las siete cajas eran razonablemente viables”, recordó el expresidente del Fondo Monetario Internacional (FMI). “Fundamentalmente sólidas”, ahondó el acusado. “No le pareció mal ni a nosotros, ni al Banco de España, ni al Frob, ni a la CNMV. A nadie”, concluyó Rodrigo Rato.