Más despidos en el motor español por los objetivos de emisiones

Parece que hay un consenso social en que es necesario disminuir las emisiones de gases. No solo el futuro del planeta está en juego, también la salud de los seres humanos. El sector automovilístico está de acuerdo. Los coches son uno de los principales emisores de CO2 a la atmósfera. Por ello, si se quiere reducir la contaminación hay que emprender acciones contra la automoción. Pero no a cualquier precio. La transición hacia un futuro menos contaminante necesita tiempo, ya que están en juego muchos puestos de trabajo.

La Unión Europea (UE) está tratando de llegar a un consenso sobre los objetivos de reducción de CO2 para 2030. La primera en mover ficha fue la Comisión Europea. El Gobierno de la UE estableció que en 2030 los vehículos deberían disminuir sus emisiones medias un 30%. Sin embargo, el Parlamento Europeo fue más allá, estableciendo que este porcentaje debería ascender hasta el 40%. Todo ello marcando como año base el 2021.

El último en posicionarse fue el consejo de ministros de Medioambiente de los Veintiocho. Todos los países de la UE han acordado la reducción de en un 35% de las emisiones de CO2 de los coches en 2030. Además, se ha establecido un objetivo intermedio del 15% para 2025. Por su parte, las furgonetas tendrán que disminuir su contaminación un 30% en 2030. Mientras que para 2025 tendrán que registrar una reducción similar a la de los turismos.

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“El acuerdo de hoy es un paso más hacia la nueva legislación sobre emisiones de CO2. Pone a la industria automovilística europea en camino para producir vehículos más limpios, invertir más en innovación y obtener datos de emisiones más fiables. En 2030, los coches nuevos emitirán de media un 35% menos de CO2 en comparación con los niveles actuales. Esta es una base sólida sobre la cual comenzar las conversaciones con el Parlamento Europeo”, ha explicado la ministra de Sostenibilidad y Turismo de Austria, Elisabeth Köstinger, que será el país encargado de iniciar las negociaciones con el Parlamento.

«Los impactos en términos de empleo de unos objetivos demasiado ambiciosos serán particularmente perjudiciales en los países más industrializados, como España»

Tal como ha señalado la UE, el objetivo general de la propuesta es contribuir al logro de los objetivos del Acuerdo de París y a la consecución de una reducción del 30% en toda la Unión para el 2030 en comparación con 2005 establecido en el Sistema de Comercio de Emisiones (ETS, por sus siglas en inglés).

MALAS NOTICIAS PARA LA AUTOMOCIÓN

La automoción española ha mostrado su “enorme preocupación” durante la negociación de los nuevos objetivos de reducción de emisiones. En este sentido, la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) junto con las empresas fabricantes de vehículos en España (Renault, Seat-VW, Ford, PSA, Iveco, Daimler, Nissan y Opel) han pedido a la ministra de Industria, Reyes Maroto, y a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, un objetivo de reducción de emisiones de CO2 «razonable» y un paquete de medidas de flexibilización «que ayuden a la consecución de este objetivo”.

Por ello, consideran que “es prioritario” que la reducción de emisiones de dióxido de carbono no vaya más allá del 30% planteado en la propuesta de la Comisión Europea. Esta meta ya es “muy ambiciosa” por lo que “parece desproporcionado que se estén discutiendo niveles de reducción más ambiciosos”.

Un objetivo muy alto podría suponer la disminución del número de trabajadores en la automoción española. “Los impactos en términos de empleo de unos objetivos demasiado ambiciosos serán particularmente perjudiciales en los países más industrializados, como España”, han apuntado los firmantes de la carta.

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Además, han mostrado su rechazo hacia la propuesta del Parlamento Europeo. Una reducción del 40% “excede de manera muy significativa los objetivos propuestos por la Comisión Europea”.

Los fabricantes consideran necesario que se incluya un paquete de medidas de flexibilización, que ayuden a conseguir los objetivos. Entre sus propuestas, se establece que se incentiven los vehículos híbridos enchufables. Asimismo, piden que no se introduzca un sistema de penalización para las compañías que no alcancen las cuotas de vehículos bajas y cero emisiones.

EL GOBIERNO A FAVOR DE UNA MAYOR REDUCCIÓN

Por su parte, el Gobierno valora positivamente el acuerdo del Consejo de Ministros de Medioambiente de la UE. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha afirmado que dicho pacto permitirá a la industria del automóvil “poner en marcha una hoja de ruta coherente con los objetivos comunitarios, que visibilice cómo este sector se anticipa y se prepara para innovar y realizar la necesaria transición hacia una movilidad limpia y respetuosa con el medioambiente y la salud”.

Tal como ha insistido Ribera, España ha apoyado “un acuerdo progresista y ambicioso del 35% hacia arriba, es decir, pensando más en que la decisión final quede entre el 35% y el 40%”. De esta manera, el Gobierno se distancia de las peticiones del sector, que aboga que en 2030 los vehículos emitan un 30% menos de CO2.

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“Este acuerdo es una oportunidad para que la industria del automóvil lidere la transición hacia una movilidad libre de emisiones de CO2, principal gas causante del calentamiento global. España no puede vivir al margen de un proceso de cambio tan profundo en la movilidad. Ni tampoco de las demandas de calidad del aire y la salud pública”, agregó la ministra.

Ribera ha querido alertar a la automoción de que el camino hacia la descarbonización del transporte ya está en marcha. Por ello, «es conveniente” que los fabricantes españoles se posicionen en la producción de vehículos de cero emisiones. Así podrán mantener su competitividad “si no quieren perder competitividad en el futuro respecto a los fabricantes asiáticos”. Una advertencia que muestra que el Gobierno no da su brazo a torcer frente a las peticiones del sector.