La trampa de los seguros: dos millones de vehículos no saben lo que tienen

La legislación española vigente obliga a todo propietario de un vehículo a tener un seguro contratado. Pero está claro que no todos son iguales. La gran variedad de alternativas hace más complicada la elección. En España circulan cerca de 23 millones de automóviles asegurados. Sin embargo, según el Real Automóvil Club de España (RACE), un 11% de los conductores posee una póliza que no cubre sus necesidades. Es decir, más de 2,5 millones de personas, aunque no lo sepan, tienen su turismo asegurado de forma poco eficiente.

Saber cuál es el seguro que necesitas no es tarea fácil. Por ello, millones de españoles cuentan con una póliza erróneo, ya que están cubiertos en exceso o en defecto respecto a lo que sería adecuado para su tipo de coche, la antigüedad del modelo o el uso que realiza del mismo.

Tal como señala Dirección General de Tráfico (DGT), a rasgos generales existen tres tipos de seguros para el automóvil: a terceros, a todo riesgo y a todo riesgo con franquicia. El primer tipo es obligatorio por ley y cubre la responsabilidad civil del conductor frente a terceros. Por ello, este tipo sería el adecuado, a priori, para un vehículo de cierta antigüedad que además no tenga una frecuencia de uso muy dilatada.

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El todo riesgo es el que mayor cobertura ofrece, “si bien no en todas las aseguradoras son las mismas”. Por lo general, cubre todos los gastos relacionados con terceras personas y con el propio vehículo asegurado. De esta manera, si se trata de un coche nuevo o utilizado a diario sería la opción óptima.

Por su parte, las pólizas a todo riesgo con franquicia “reduce el precio del todo riesgo a cambio de que el conductor asuma una parte del riesgo”. De esta manera, se establece una cantidad de la que se hace cargo la aseguradora en un siniestro. Por debajo o por encima de cierta cifra, el desembolso le corresponderá al asegurado.

LA COBERTURA DE UN SEGURO NO ES INFINITA

Sin embargo, el seguro no lo cubre todo. Ni siquiera los todo riesgo. Existe diferentes circunstancias en las que la compañía puede ‘echarse atrás’. Por ello, hay que tener en cuenta que infringir determinadas normas acarrearía el pago de los gastos ocasionados por parte del conductor.

Entre los diferentes ejemplos que señala la DGT se encuentran los daños causados voluntariamente. Si se demuestra que un accidente ha sido ocasionado por el conductor, el propietario del vehículo o incluso un familiar a propósito, el seguro no lo cubrirá. Por su parte, si se produce un daño en el automóvil por un desastre natural, tales como un terremoto o una riada, se hará cargo el Consorcio de Compensación de Seguros.

Otro de los casos en los que la compañía está exenta del pago es si el siniestro se produce por conducir bajo los efectos del alcohol. También si el conductor da positivo en drogas, o cuando estas sean la causa determinante del accidente en sentencia dictada en contra del conductor.

Por último, cuando el vehículo se haya utilizado para cometer un delito, el seguro también puede no cubrir los daños. Además, esto puede producirse en caso de que el siniestro se haya originado por “mala fe del tomador, del asegurado, del propietario, del conductor autorizado por él o familiares de cualquiera de ellos”.

EL PRECIO, OTRA VARIABLE A COMPARAR

El precio es uno de los puntos clave a la hora de elegir una póliza u otra. A pesar de lo que pueda parecer, en los últimos años los seguros de auto han descendido sus cuotas en el mercado nacional. Según un estudio realizado por Rastreator.com, en 2017, la prima de los seguros de coche decreció un 9,6%. Tras bajadas continuadas durante varios años, en 2015 el precio medio ascendió un 6,9%, mientras que ya en 2016 volvió a bajar un 0,6%.

Por tipos de cobertura, el coste de un todo riesgo en España descendió de media un 9%, mientras que la póliza del todo riesgo con franquicia bajó un 13,1% y el seguro a terceros decreció un 9,3% su cuantía.

“Aunque el pasado ejercicio mostró un decrecimiento generalizado en las primas del seguro del automóvil, sin embargo, analizando las diferentes variables, vemos claras diferencias en ellas y entre los distintos parámetros analizados, que dan relevancia al gran trabajo en pricing que hacen las aseguradoras para mantenerse en el mercado competitivo actual”, ha asegurado la directora de Seguros de Rastreator.com, Itzal Arbide.

PONTEVEDRA Y CANTABRIA, LAS PROVINCIAS MÁS CARAS

Entre enero y agosto de este año, el precio medio del seguro del coche se situó en el mercado nacional en 583 euros. No obstante, existen grandes diferencias en el precio de las primas en las regiones españolas. Esto depende del perfil de riesgo que presenta cada territorio, que viene marcado por la tasa de siniestralidad de la provincia, el tamaño del parque automovilístico o el número de robos de vehículos que se producen.

Según Rastreator, Pontevedra y Cantabria se alzan como las regiones con los seguros de auto más caros de España. De media, en la provincia gallega se paga 789,4 euros por la póliza, mientras que en Cantabria 705,9 euros, lo que supone hasta un 35% más que la media estatal.

En el lado contrario se encuentran Zaragoza y Cáceres, con un gasto de 478 euros y 484,6 euros, respectivamente. Esto significa entre un 18% y un 16% por debajo de la media.