El milagro de Repsol: 500M€ para reducir por seis sus emisiones de CO2

Cuenta la leyenda que hace un par de milenios alguien consiguió convertir el agua en vino, y multiplicar los panes y los peces. Ahora, con una fuerte inversión mediante, Repsol aspira a multiplicar por seis la reducción de emisiones contaminantes. Y, por si fuera poco, lo hace en un momento de crecimiento para la compañía.

Todo surge a raíz de que la petrolera presidida por Antonio Brufau se haya hecho eco del aniversario de su emisión de bonos verdes. Para sacar algo de pecho, Repsol ha publicado unas estimaciones sobre las inversiones que realizará con los 500 millones de euros captados en dicha emisión.

Su objetivo es reducir en 1,2 millones de toneladas al año las emisiones de CO2, concentrando el esfuerzo inversor en España y Portugal. Asimismo, añaden que identifican “la oportunidad de financiar proyectos para luchar contra el cambio climático a través de la emisión de un bono verde como una herramienta para enlazar el compromiso de sostenibilidad de la compañía con las finanzas», según explica el director financiero de la compañía, Mariano Benito.

Lo que llama la atención es el objetivo tan importante que se ha marcado la petrolera, sobre todo, en esa fase de crecimiento en la que aseguran estar. Y es que, según consta en el informe anual de la compañía, en 2017 la reducción de emisiones se fijó en 216.000 toneladas. Muy alejado, de momento, de ese millón que quieren alcanzar por año.

No obstante, Repsol no ha marcado una fecha concreta en la que empezará a tener dicha reducción. Según su Plan Estratégico 2014/20, la compañía quiere alcanzar una reducción total de 2,1 millones de toneladas, 200.000 más que el primer Plan. En ese caso, el ritmo actual en torno al cuarto de millón sobraría. Ahora, por lo tanto, habrá que esperar al próximo Plan Estratégico para ver cómo se efectuará semejante multiplicación en la reducción de emisiones. ¿Serán suficientes los 500 millones de euros? ¿.

LOS MILAGROS REALES DE REPSOL

Quizá no haya acciones milagrosas detrás de los ambiciosos planes de Repsol y, simplemente, se trata de pisar el acelerador para llegar a los compromisos fijados en materia de reducción de emisiones. Así se puede entender el ritmo vertiginoso de acuerdos, contratos e inversiones relacionados con empresas y organismos para fomentar la eficiencia energética propia y compartida.

Durante el pasado mes de julio conocimos que Repsol y Enagás desarrollarán tecnología para la producción de hidrógeno renovable a partir de energía solar. Supuestamente esta tecnología reduce las emisiones en más de un 90% respecto a otros procesos convencionales para la obtención de este gas. Con este acuerdo, Repsol podrá utilizar el hidrógeno renovable en sus procesos de refino, produciendo combustibles con menos azufre; y en el negocio químico, en procesos como la hidrogenación del caucho.

Pero no solo con empresas privadas ha tenido contacto Repsol últimamente. La petrolera y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) han firmado un acuerdo que facilita el avance del desarrollo sostenible en los cerca de 20 países en los que comparten presencia. Se trata del primer convenio global que este programa de la ONU suscribe con una compañía del sector del petróleo y el gas en el mundo.

El acuerdo facilita la colaboración en apoyo del desarrollo de las comunidades y la protección de los derechos humanos a través de iniciativas que promueven el progreso económico local, social y el respeto al medio ambiente.

Por último, hay que señalar el posicionamiento que está cogiendo Repsol en el ámbito emprendedor. Y es que a través de su vehículos de inversión en este sector, ha entrado en el capital de la startup estadounidense Ample, que ha creado un novedoso sistema automatizado de sustitución de baterías eléctricas para vehículos, especialmente coches y furgonetas.

En concreto, Ample ha cerrado una ronda de financiación por importe de 27 millones de euros en la que han participado, además de Repsol, la petrolera anglo-holandesa Royal Dutch Shell (a través de Shell Ventures) y los fondos Moore Strategic Ventures, Hemi Ventures y Trirec.

Pero no ha sido el único caso. Repsol y el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, han entrado en el capital de la empresa tecnológica Wattio, especializada en domótica, con una inversión de 1,5 millones de euros.

La entrada de Repsol y del CDTI se ha concretado a través de una ampliación de capital de 2 millones de euros en la que también han participado los socios actuales de Wattio. La empresa tecnológica, fundada por Patxi Echeveste, desarrolla soluciones que permiten controlar el hogar desde el teléfono móvil.