Dos de los mayores operadores de Europa, Air France y British Airways, han dicho que supenden sus servicios en Irán. El argumento que usan ambas para tomar esta decisión es la falta de viabilidad económica de esta ruta como resultado de las últimas sanciones de Estados Unidos contra este país.
Tanto Air France como su filial holandesa KLM, detendrán sus vuelos a finales de septiembre por sus «débiles resultados comerciales». British Airways ha dicho también que la operación Londres-Teherán terminará en esas mismas fechas porque «actualmente no es comercialmente viable».
Estas medidas se producen después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se retirara del acuerdo de 2015 en el que Irán prometía poner fin a su programa nuclear a cambio de levantar las sanciones a su economía. Además de las citadas muchas empresas Europeas como la energética Total SA y la industria PSA de automóviles, se han retirado del país, haciendo que poco a poco se le esté agotando el flujo de negocios.
Siemes ha sido la última en pronunciarse sobre este tema anunciando que «tomaría medidas apropiadas para alinear su negocio con el marco multilateral cambiante con respecto a Irán».
Ambas aerolínias habían reintroducido sus servicios en la nación persa desde hace aproximadamente dos años. Se han sumado a Deutsche Lufthansa, que ya anunció el mes pasado que los vuelos de Viena a las ciudades iraníes, exceptuando la capital, se suspenderían por razones económicas.
Air France dejará de prestar servicios en Teherán el 18 de septiembre, dijo un vocero por teléfono, mientras que KLM dijo que suspendería los vuelos antes del 24 de septiembre. Ambas aerolíneas dijeron que la decisión estaba relacionada con el desempeño comercial, no directamente relacionado con las sanciones de Estados Unidos. British Airways realizará su último viaje a la capital iraní el 22 de septiembre.
Air France estaba prestando servicios en Teherán a través de su unidad de menor costo Joon, que cubre las rutas de menor margen. En mayo, dijo que solo volaría durante el verano debido a la falta de demanda. También redujo el número de frecuencias el mes pasado a una por semana, desde tres anteriormente.
Las rutas habían fomentado el debate ya que algunos empleados exigieron que a la tripulación de cabina femenina se les permitiera no usar un velo. El servicio original se abrió en abril de 1946, y también fue detenido varias veces después de la revolución iraní de 1979.