La cadena de supermercados DIA sigue sufriendo su particular calvario. Su continuidad en el Ibex-35 y los movimientos accionariales se suceden al calor de una inminente opa para la que Amazon y el magnate ruso Mikhail Fridman –propietario del 25% del capital– son los mejores posicionados. A la española se le acaban las ideas para modernizar su negocio y se lo juega todo a los nuevos formatos. Algo que convence a medias en Bolsa.
El viernes 3 de agosto, las acciones de DIA rebotaron un 17,19% para cerrar en los 2,158 euros. Una subida que rompió cinco días de descensos continuados y que precedió a la compra de 6.037.828 millones de acciones del fondo BlackRock el 1 de agosto a un precio de 1,87 euros por título. Esa misma jornada el fondo Capital Fund Management hacía lo mismo al comprar 871.439 acciones.
Estos movimientos accionariales y los vaivenes que la española sufre en bolsa están relacionados con los rumores de venta de la compañía. Amazon vuelve a colocarse entre los principales candidatos. Tras la adquisición de WholeFoods en EEUU, el gigante del comercio electrónico busca la manera de entrar en el negocio de la alimentación en Europa. De ahí que Carrefour o DIA fueran sus mejores opciones. Pero dada la pérdida de valor de la española es más factible su compra por delante de la francesa.
Además, ambas mantienen un acuerdo comercial. En septiembre de 2016, sellaron una alianza para impulsar la venta de alimentación online. A través de esta, los clientes de Prime Now en Madrid y Barcelona pueden comprar productos de alimentación de La Plaza. El acuerdo ya se ha extendido a ciudades como Valencia.
Pero Amazon tiene enfrente a un duro competidor. Friedman se hizo en enero con un 15% de las acciones de DIA llegando a un acuerdo para la compra a plazo de 62,2 millones de acciones adicionales. Lo que se traduce en un 25% del capital. Si sobrepasa el 30% estaría obligado a lanzar una opa.
Tras el magnate ruso, el fondo Baillie Gifford posee el 10,49% del capital; CI Investments, el 5,81%; y Vanguard, el 4,47% y Norges Bank, el 2,92%. Sin embargo, Goldman Sach ha reducido su interés, pasando en julio de 11,52% al 2,76%.
Con su llegada a DIA, Fridman dio entrada en el Consejo de Administración a Stephan DuCharme, máximo responsable del grupo de distribución ruso X5 Retail Group, y a Karl-Heinz Holland, exconsejero delegado de Lidl. Si el magnate ruso toma el control de DIA la estructura dirigida por Ricardo Currás podría sufrir cambios, empezando por su puesto, como ya ocurriera hace unos meses con la dimisión de la presidenta no ejecutiva, Ana María Llopis.
¿QUÉ OCURRIRÁ EN BOLSA?
“Para poder confiar en que el rebote pudiera ser más duradero, sería conveniente ver un cierre diario por encima de los 2,292 euros, eso podría aumentar las probabilidades de una recuperación mayor hacia niveles de 2,74 euros; pero sin olvidar que un cambio de tendencia se confirmaría con la superación a precios de cierre diario del nivel de los 3 euros”, explica el analista del bróker online IG, Sergio Ávila.
Además, los rumores sobre una posible salida de DIA del selectivo español crecen. «El volumen está aumentando en las últimas sesiones por lo que eso dificulta su salida, pero no es descartable que la bajen al Ibex Medium Cap», explica el analista.
Lo cierto es que DIA lleva un año sufriendo en Bolsa, coincidiendo con la entrada del magnate ruso en el accionariado. Desde entonces, la compañía ha registrado pérdidas de más de 2.100 millones de euros en capitalización. Hace un año, Mikhail Fridman se hacía con un 10% de DIA por un total de 323 millones de euros. Ese mismo día, la compañía cerraba en positivo.
Una apuesta que se incrementó en enero al aumentar su participación a 93,4 millones de acciones ordinarias. Sus acciones se llegaron a disparar hasta un 8% en la apertura de la sesión bursátil, aunque finalmente cerró con una subida del 4,2%.
DIA APUESTA POR OTROS FORMATOS
Actualmente, DIA sufre en su estructura. Su modelo de negocio es tradicional, tiene demasiada superficie y la dura competencia está haciendo mella en la compañía. En 2017, perdió 0,3 puntos porcentuales hasta el 8,2% de cuota de mercado en España.
Por ello, la cadena de supermercados española busca la fórmula perfecta para salvar el negocio. La Plaza y DIA&GO, parecen ser los formatos llamados a resucitar a la enseña ante la presentación al mercado del nuevo plan estratégico en octubre.
En enero de este año, DIA metía la cabeza en los supermercados de conveniencia con la apertura de cuatro Dia&GO. Lo que en un principio era una prueba, se ha convertido en un éxito para la compañía que ya cuenta con 30 establecimientos en España, y alcanzará los 90 (incluidos los Minipreço Express en Portugal). Por su parte, La Plaza tiene “un crecimiento sostenido y rentable”, según la cadena española.
En los seis primeros meses del año, DIA invirtió 192,8 millones de euros, lo que supone un incremento del 33,6%, que se ha destinado a la remodelación y a la mejora de las tiendas. Así, cerca de 900 ya han sido reformadas.
RESULTADOS NEGATIVOS
Si la situación que vive DIA es bolsa es complicada, sus resultados tampoco dan un respiro a la enseña. DIA logró un beneficio neto atribuido de 6 millones de euros durante el primer semestre, lo que supone una reducción del 88,8% respecto al mismo periodo del año anterior.
El grupo registró unas ventas brutas bajo enseña de 4.600 millones de euros, un 9,2% menos respecto al mismo periodo de 2017 por el efecto divisa. En moneda local, las ventas brutas crecieron un 1,4% en el semestre.
Este descenso se debe a la reducción del 2,7% del espacio de venta y al cierre temporal de las 860 tiendas que fueron remodeladas durante la primera mitad del año.