El 95% de las empresas que se preocupan por la felicidad de sus empleados tienen zonas de descanso/ocio habilitadas
Los empleados más comprometidos con su lugar de trabajo son más felices y, por ende, responden siendo hasta un 30% más productivos. Los beneficios no redundan solo en la productividad. Está comprobado que los trabajadores contentos pueden aumentar su creatividad en un 86% y mejorar sus índices de salud hasta un 20%. En este contexto, es importante que las compañías adquieran consciencia sobre las ventajas de convertirse en lugares cada vez más agradables, donde ambas partes, empleado y empleador, puedan obtener resultados positivos, beneficiándose entre sí. Una tendencia que se espera que tome cada vez más fuerza en el futuro, cuando los millenials ocupen los cargos directivos.
Tanto es así que, según Ofita, más del 90% de las grandes empresas tienen en cuenta la felicidad de sus empleados en el diseño de sus oficinas, mientras que este porcentaje se reducía al 50% hace 5 años y al 20% hace 10.
¿Qué necesitan los empleados para ser felices en el trabajo?
Flexibilidad, un buen jefe y un buen entorno laboral, son tres de los requisitos para la felicidad en el trabajo. El diseño del espacio de trabajo tiene un impacto significativo en la felicidad del trabajador y por lo mismo, los empleadores son cada vez más conscientes de su importancia. El lugar de trabajo no sólo debe satisfacer las necesidades básicas de las personas, sino también sus necesidades emocionales más profundas. Por ejemplo un 95% de las empresas que se preocupan por la felicidad de sus empleados tienen zonas de descanso/ocio habilitadas para sus empleados.
El decálogo de una “oficina feliz”, según Ofita
- Espacios sociales e informales. Debido a la naturaleza cambiante de cómo, cuándo y dónde trabaja la gente, las organizaciones necesitan cada vez más espacios informales, donde las personas puedan tener reuniones, hacer llamadas privadas o simplemente dedicar tiempo para el ocio y la recreación. Ágoras, salas de recreo, cafeterías, lounge etc. fomentan conexiones sólidas entre las personas y facilitan la transmisión del conocimiento. Es ahí donde todos los empleados se sienten a gusto; donde conviven, donde los diferentes talentos fluyen y donde se crean los ecosistemas de innovación.
- Ambientes colaborativos. Las sedes de trabajo que se preocupan del bienestar de sus trabajadores se caracterizan por tener algo en común: combinan las áreas de concentración con los espacios abiertos y colaborativos, a la vez que minimizan las mesas asignadas a una sola persona. Cada día más, las oficinas son “no territoriales”, con puestos no asignados. La razón se fundamenta en que potencian las labores en equipo, además de fomentar la camaradería y las metas conjuntas. Esto adquiere especial relevancia si se toma en cuenta que las nuevas generaciones consideran las áreas comunes como como requisito de un ambiente ideal.
- Una correcta iluminación. Está comprobado que esto influye tanto en el bienestar físico como psicológico de las personas y puede marcar un punto significativo en el ámbito de la productividad. Es por esto que la iluminación debe garantizar la comodidad visual necesaria para hacer las labores de forma eficiente a la vez de crear una atmósfera adecuada para el trabajo.
- Mayor contacto con la naturaleza y la luz natural. La madera, los jardines, también en el interior, las vistas al exterior y los espacios al aire libre donde tomar un respiro en la jornada, son algunos de los nuevos recursos por los que están aportando aquellas compañías que quieren dar más protagonismo a la naturaleza en su entorno laboral. Esto se puede potenciar a la par con la incorporación del diseño biofílico, que se centra en insertar aspectos del ambiente tanto en la arquitectura como en la propia decoración.
- Correcta circulación de los empleados y salud laboral. Dado que la mayoría de las personas pasa alrededor de ocho horas sentada frente al ordenador, es necesario que la empresa se preocupe por brindar espacios adecuados para propiciar una correcta circulación a lo largo de la jornada. Para propiciar un mayor confort, esto debe ir acompañado de muebles ergonómicos, es decir, adaptables para lograr una mayor comodidad y eficacia de las distintas funciones, e incluso de mesas elevables para que el usuario pueda alternar el estar sentado con trabajar de pie. Sin olvidar la importancia de equipar los puestos de trabajo con sillas ergonómicas que garanticen posturas saludables durante toda la jornada laboral.
- Calidad del aire. Basta con darse cuenta de la importancia que tiene en el cuerpo humano el aire que se respira, para entender que preocuparse por mejorar su calidad deben ser un aspecto fundamental en la oficina. Algo que ayuda a este objetivo es contar con sistemas de ventilación tanto naturales como artificiales, además de disponer plantas que generen oxígeno durante todo el día. Algunos estudios han demostrado que las oficinas que cuentan con plantas hacen que los trabajadores se sientan más felices, concentrados y productivos. Una razón más para incorporarlas.
- Aislamiento de los ruidos. ¿Adiós al open space? La acústica se sitúa entre los aspectos principales con los que la gente no está satisfecha. Es por esto que las organizaciones deben resguardar que los espacios abiertos tengan un buen sistema de aislamiento de los ruidos. Además, y sobre todo, el open space debe convivir con otros espacios cerrados que permitan hacer labores de mayor concentración o requieran de cierta privacidad, como, por ejemplo, realizar llamadas telefónicas a un determinado cliente. Un buen sistema acústico puede mejorar la motivación hasta un 60%.
- El mundo del hogar llega a la oficina. Hasta hace pocos años, las oficinas eran espacios mucho más fríos, que se conformaban prácticamente con sillas, archivos, mesas y archivos. Hoy ese paradigma afortunadamente ha ido quedando atrás de la mano de su domesticación, es decir, haciendo cada vez más guiños al mundo del hogar, donde se incremente la motivación, la calidad de vida y la satisfacción de los empleados. Esto se logra con cambios en la configuración y diseño del mobiliario, que incluya simples detalles como la colocación de cortinas, cojines y diferentes elementos decorativos.
- Espacios personalizados y flexibles. Las sedes de trabajo están siendo cada vez “más humanas”, atendiendo a las necesidades de cada uno de sus trabajadores. En ello juega un rol fundamental la flexibilidad, tanto horaria como espacial y funcional; es decir, adaptando el espacio y mobiliario a los requerimientos de los empleados en cada momento y actividad.
- Hacia la oficina sin papeles y uso estratégico del color. La premisa es que, si la oficina está ordenada físicamente, el empleado tendrá un orden mentalmente. Difícilmente podrá ejecutar sus labores de forma correcta si no cuenta con un ambiente agradable, donde se sienta a gusto. Algunas claves para lograr este objetivo van de la mano con reducir el papel a favor del formato digital, además de hacer un uso estratégico del color. Los especialistas concuerdan que los espacios diseñados estratégicamente en función del color aumentan la productividad y el bienestar de los empleados, además de impulsar una mejor comunicación de marca.
Fuente Comunicae