“El potencial impacto negativo sobre el tejido empresarial español relacionado con el brexit puede estar amortiguado por la diversificación geográfica de los actuales exportadores e importadores a la economía británica y sus niveles de eficiencia”. Esta es la principal conclusión de un informe elaborado por Eduardo Gutiérrez Chacón y César Martín Machuca, de la dirección general de Economía y Estadística del Banco de España (BdE), sobre la exposición comercial de las empresas españolas al Reino Unido.
Eso sí, los autores advierten de que si, al final, la negociación entre el Reino Unido y la UE acaba dando como resultado la adopción de barreras comerciales, “las empresas españolas que mantienen relaciones comerciales con este país se verían afectadas y se limitarían las posibilidades de penetración para las empresas españolas potencialmente interesadas en el mercado británico”.
EL BANCO DE ESPAÑA Y LA VULNERABILIDAD EMPRESARIAL
Si echamos la vista atrás, las relaciones comerciales entre ambos países, según explican los representantes del Banco de España, se fortalecieron sensiblemente durante el periodo 2012-2016 (en términos de bienes intercambiados). “Como resultado”, explican, “la exposición comercial de las empresas al Reino Unido es relevante, aunque inferior a la que se mantiene con los principales países de la UEM como Francia, Alemania e Italia”.
Pero en 2017 se produjo una ralentización de las exportaciones de bienes a la economía británica tras el anuncio de salida proclamado por el gobierno británico. Aun así, en determinados sectores comerciales de relevancia con el Reino Unido, como lo son los productos agroalimentarios y la automoción, más que producirse un freno, lo que ha tenido lugar es una expansión de la base exportadora.
“La vulnerabilidad de las empresas españolas presentes en el mercado británico ante el brexit puede moderarse por la presencia de ciertas características diferenciales de estas empresas”, señalan Eduardo Gutiérrez y César Martín. ¿Cuáles son? En promedio, se trata de compañías más grandes, productivas y diversificadas geográficamente que aquellas que exportan a los principales países de la UEM.
Dicho de otra manera, la exposición de las compañías al Reino Unido en términos del peso de las exportaciones y en el total de ventas es menor que frente a otros mercados similares. “No obstante, por el lado de las compras al exterior, se detecta que aquellas empresas que solo intercambian con el Reino Unido tienen una exposición relativamente elevada, lo que podría suponer un elemento de fragilidad potencial en la medida en que refleje la adquisición de productos de difícil sustituibilidad”, concluyen los expertos del Banco de España.