Just-Eat y Deliveroo exprimen el reparto de comida entre dudas y polémicas

Las modas son solo modas hasta que se convierten en una realidad de mercado. El reparto de comida a domicilio es antiguo. Desde el siglo pasado andan las motos de Telepizza como parte del paisaje urbano. Pero ahora ha habido un auge impulsado por empresas como Just-Eat o Deliveroo, pese a las polémicas por ciertas formas de gestión laboral. No obstante, muchas preguntas sobre el sector están en el aire.

¿Hay suficiente competencia dentro del segmento del reparto? Si la hay, ¿existen huecos para los diferentes formatos? ¿Se resolverán los problemas de precarización de algunas compañías? Vayamos por partes.

La fotografía en el reparto de comida a domicilio ha cambiado mucho en el último año. De hecho, pese a que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) diese luz verde a la compra de La Nevera Roja por parte de Just-Eat, la realidad es que se la jugó. En ese momento, Take Eat Easy dejaba de funcionar, y Deliveroo -hace un año- era un proyecto más que una realidad (centrado en los servicios gourmet). Por lo tanto, la competencia estaba en entredicho.

Hacía sus cábalas sobre el potencial crecimiento del sector, así como el hecho de que en el volumen total del reparto, este tipo de empresas fuera una pequeña parte. Es decir, los grandes actores que reparten su propia comida, caso de la mencionada Telepizza, acaparan la mayor parte de facturación. ¿Pero cómo está todo tras la consolidación?

Just-Eat, un veterano; Deliveroo con problemas

El camino que están llevando las dos caras visibles del sector es relativamente diferente. Just-Eat poco a poco asienta su negocio, y pese a seguir perdiendo dinero, tal y como publica ‘El Español’, la realidad huele a consolidación. Básicamente porque parte de esas pérdidas se deben al aumento de plantilla, así como gasto en promoción. Síntomas de empresa que busca crecer.

Mientras, la película de su gran competidor en estos momentos, Deliveroo, es peculiar. Ha publicado esta misma semana unas cifras optimistas, sí; dice que crece más de un 500%, pero su imagen se mantiene bastante dañada por el trato laboral a sus repartidores. Llenó las portadas de todos los periódicos, y la situación no ha cambiado mucho.

deliverooActualmente trabaja con más de 1.000 riders y 2.000 restaurantes. Su capacidad de expansión no está puesta en duda. Se trata de su imagen. Se ha asociado las mochilas de los repartidores con precariedad, y eso se ha extendido a todo el sector. Sobre todo a las empresas que intermedian. Es decir, que ellas llevan la comida, pero no la producen.

Todos los demás aprietan

Sobre las preguntas planteadas al inicio, una importante era la competencia. Y ésta, parece haber de sobra. La llegada de Uber Eat, y sobre todo la promoción que lleva a sus espaldas estas últimas semanas, apareciendo en todas las marquesinas de autobús donde tiene presencia, ha hecho que todos pongan las orejas en alto.

Se trata de otra alternativa, y eso siempre agita el mercado. Además, los players que reparten su propia comida también están en pleno auge. Burger King y McDonals tienen cada día más presencia en la calle llevando a domicilio sus hamburguesas. Mismo caso que Rodilla, que a través de la propia Deliveroo, así como la empresa de reparto Glovo, quiere poner sus sándwich en todas las casas.

En este escenario, de tanto movimiento, parece que todavía falta por ver la llegada de algún gran actor; los acuerdos de otros; y, seguramente, la muerte de alguno.