No es ninguna novedad que todos los movimientos de la reina Letizia están estudiados con lupa e incluso microscopio: su forma de caminar, de saludar, de sonreír, sus ademanes, sus reacciones…
La monarca ejerce un continuo poder de contención que en algunos momentos la alejan de la naturalidad o la cercanía que quizá, en ciertos aspectos, debería tener la esposa de un jefe de Estado.
4Y no es su único concierto

Los Reyes de España acudían el pasado 5 de julio de 2016 al concierto de Rod Stewart en el Teatro Real de Madrid dentro del Universal Music Festival de aquel año. Según la periodista Beatriz Cortázar: «La Reina -yo me quedé impresionada- no estuvo sin el teléfono ni diez minutos durante las dos horas del concierto. No paró de grabar, whatsappear, hacer fotos… Y hacía lo que hacemos muchos: lo metía en el bolso cuando paraba, pero a los cuarenta segundos volvía a sacarlo otra vez».
Nos creemos letra a letra la versión de Cortázar pero según algunos testigos, Letizia pidió el teléfono móvil a su marido cuando, tras el concierto, pasaron al camerino a saludar a Stewart y se hicieron una foto con él: «Felipe, déjame tu móvil que es el único con el que podemos hacer fotos».