Se descubre una nueva y peligrosa obsesión de la reina Letizia

No es ninguna novedad que todos los movimientos de la reina Letizia están estudiados con lupa e incluso microscopio: su forma de caminar, de saludar, de sonreír, sus ademanes, sus reacciones…

La monarca ejerce un continuo poder de contención que en algunos momentos la alejan de la naturalidad o la cercanía que quizá, en ciertos aspectos, debería tener la esposa de un jefe de Estado.

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Pillada, otra vez

La imagen de la reina echando un ojo a su teléfono móvil no es nueva. En la proclamación del rey Felipe VI, precisamente en el camino que llevaba a los nuevos monarcas desde el Congreso de los Diputados al Palacio Real, Letizia, aprovechando que su marido saludaba al pueblo, tiró de su clutch en color nude y firmado por su diseñador de cabecera para husmear qué se cocía en la red.

¿Adicta a las redes sociales? ¿Lee la reina Letizia todo lo que sucede en Twitter? ¿Tiene una cuenta oculta desde la que publica sus propias opiniones? De momento, no hay pruebas, por lo que el asunto quedará con preguntas lanzadas al aire.