Jana Randow y Carolynn Look para Bloomberg
Algunos de los responsables de formular políticas del Banco Central Europeo han identificado un límite de poco más de 2,5 billones de euros para su programa de flexibilización cuantitativa bajo las normas vigentes, según funcionarios familiarizados con el tema.
Con las compras de bonos programadas para llegar a 2,28 billones de euros a fines de 2017, las discusiones ahora se centran en cómo distribuir el monto adicional a lo largo del tiempo, según la fuente, pidiendo no ser identificada porque el asunto es privado. El Consejo de Gobierno está dividido respecto a si debe dar o no una fecha para la finalización del programa.
Los responsables de la formulación de políticas no han debatido oficialmente cómo extender el programa, y el Consejo Ejecutivo del BCE aún no presentado su propuesta. Un portavoz del organismo se negó a hacer comentarios.
Las restricciones críticas para cualquier extensión del programa del BCE son: el volumen de bonos aún disponibles para compras la promesa del BCE de reinvertir fondos de activos en proceso y la necesidad de que compañías como fondos de pensiones posean deuda segura.
Si bien algunos legisladores favorecen el compromiso de eliminar gradualmente las compras de activos, argumentando que las tenencias son la principal fuente de estímulo, otros dicen que el flujo mensual debe sostenerse hasta que la inflación en la zona euro quede arraigada. Su decisión el 26 de octubre es la próxima oportunidad para alcanzar un acuerdo.
Mario Draghi ha pedido paciencia para la recuperación de precios en la zona europea
El fuerte repunte económico de la zona euro ha fallado en su intento de generar inflación, desconcertando a los responsables políticos y generando preocupaciones respecto a que el plan de flexibilización termine demasiado pronto. El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo en Washington que el banco necesita paciencia porque los precios tardarán en recuperarse. La tasa fue de 1,5% en septiembre, por debajo del objetivo de poco menos del 2%.
El próximo año
El BCE se ha comprometido a comprar bonos a un ritmo de 60.000 millones de euros al mes hasta diciembre de 2017. Los legisladores consideran reducir las compras en al menos la mitad a 30.000 millones de euros al mes a partir de enero y hasta septiembre de 2018, con la condición de que se podría extender si es necesario, informó Bloomberg el viernes.
Si bien hay suficientes bonos en el mercado para permitir que el BCE realice esas compras sin tropezar con limitaciones autoimpuestas, existe preocupación entre algunos políticos respecto a que los inversores pueden mostrarse reacios a vender los activos. Reducir las compras mensuales a 25.000 millones de euros puede abordar algunas de esas preocupaciones, según los funcionarios.
Tras la reunión de septiembre, los funcionarios de la zona euro le dijeron a Bloomberg que todas las opciones consideradas para extender la compra de bonos se ceñirá a las normas actuales del banco central, que incluyen límites sobre cuánto de cada bono puede comprar el banco y el compromiso de obtener activos en proporción al tamaño de las economías nacionales.
Desde Italia no quieren fechas ni períodos específicos respecto al desarrollo del programa de flexibilización
Jens Weidmann, presidente del Bundesbank, dijo a los periodistas en Washington que no ve necesidad de ampliar aún más el estímulo monetario, particularmente porque “la política seguirá siendo extraordinariamente acomodaticia incluso después del final de las compras de activos”.
Su colega italiano, Ignazio Visco, dijo en una conferencia que preferiría no tener fechas ni períodos específicos cuando se trata de desarrollar el programa de flexibilización. Dijo que el BCE necesita “la flexibilidad que hay en el programa”.
“Aún se necesitan muchas discusiones” con respecto al volumen y el calendario de futuras compras de activos, dijo el miembro del Consejo de Gobierno, Ewald Nowotny, a los reporteros en Washington la semana pasada. “Es muy pronto para dar detalles”.