Agnieszka de Sousa para Bloomberg
El incremento en el número de personas que sufre de hambre se aceleró el año pasado por primera vez desde inicios de siglo. ¿La razón? Los conflictos políticas y los problemas climáticos restringen cada vez más el acceso a los alimentos.
En 2016, el aumento fue de 38 millones de personas en situación de hambre, lo que elevó la cifra a 815 millones en todo el mundo, correspondientes a 11% de la población global, según un informe de las Naciones Unidas. El hallazgo también demuestro la seguridad alimentaria han empeorados en algunos lugares pacíficos a causa de la desaceleración económica. Entre tanto, 13% de los adultos batallan contra la obesidad.
“Las recientes estimaciones nos advierten que alcanzar el objetivo de un mundo sin hambre y desnutrición para 2030 será difícil”, escribió la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en un informe publicado este viernes. “El deterioro ha sido más notorio en situaciones de conflicto, a menudo agravadas por sequías o inundaciones ligadas, en parte, al fenómeno El Niño”.
El hambre afecta a 11% de la población global
Más de la mitad de las personas en situación de hambre viven en áreas afectadas por situaciones violentas que han mermado la agricultura local y restringido el acceso a los suministros alimenticios. Las naciones africanas son las primeras en la lista.
A inicios de años Sudán del Sur se declaró en hambruna. Mientras tanto, Nigeria, Somalia y Yemen sufren la escasez de alimentos. El aumento de la desnutrición también es consecuencia del incremento en los precios de la comida, los cuales se recuperaron de un descenso de siete años, incluso en medio un exceso mundial de granos.
Algunos hallazgos clave
Una quinta parte de los habitantes de África sufre de hambre, al igual que 12% de la población asiática. 155 millones de niños, menores a cinco años, tiene una estatura menor a la adecuada para su edad. 52 millones de infantes no pesan lo suficiente de acuerdo a su altura. Un tercio de las personas en África Oriental sufren de desnutrición. La obesidad adulta también aumenta en todo el mundo a un ritmo más acelerado.
«Alcanzar el objetivo de un mundo sin hambre y desnutrición para 2030 será difícil»
Los países altamente dependientes del envío de mercancía han visto que las exportaciones y los ingresos fiscales han disminuido en los últimos, en medio de la caída en los precios del petróleo y algunos minerales. Esto ha afectado la disponibilidad de alimentos y la habilidad de proteger a los hogares pobres contra el aumento de los precios internos de la comida.
Aunque el número de desnutridos en el mundo rozó el año pasado su punto más alto desde 2008, todavía está 14% por debajo de la cifra del 2003. En el marco del Programa de Desarrollo Sostenible, los líderes mundiales se han comprometido a tratar de erradicar el hambre y la malnutrición para 2030.
El Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola de las Naciones Unidas, el Programa Mundial de Alimentos, la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia, también colaboraron con la elaboración del informe sobre el hambre en el mundo.