miércoles, 11 diciembre 2024

Durante los huracanes los reos son «ciudadanos de segunda clase»

Polly Mosendz para Bloomberg

En los días previos al huracán Harvey, a cientos de reclusos de la prisión de Texas se les ordenó llenar bolsas de arena que serían usadas por el estado para protegerles de las inundaciones. Por hacer ese trabajo, los prisioneros no recibieron pago alguno. Tras terminar sus labores, se preparaban para salir del camino de la tormenta.

Sin embargo, las fuertes lluvias llegaron antes de lo esperado y los alcanzaron. No fue sino hasta tres días después cuando el Departamento de Justicia Criminal de los Estados Unidos decidió evacuar a casi 6.000 reclusos de las cinco instalaciones que estaban anegadas. Ahora, la situación se trasladó a Florida.

El Estado del Sol se está preparando para la llegada este fin de semana del aún más poderoso huracán Irma. Inicialmente, el Departamento de Correccionales de Florida dijo que no tenía planes de evacuar a los prisioneros. Un vocero del organismo comentó que los “mejores intereses de los reclusos” y la “seguridad pública” son factores decisivos para determinar si los presos serán o no llevados a un lugar seguro.

El jueves, los oficiales de Florida anunciaron que una prisión, dos centros de liberación, dos campos de trabajo y tres centros comunitarios serían desalojados como medida de precaución. De los 100.000 reclusos existentes en las 151 cárceles de Florida, sólo 7.000 fueron evacuados. Cerca de una docena de correccionales están en el área de impacto de Irma.

Los presos están siendo tratados como “ciudadanos de segunda clase”

Algunos creen que en este caso, los presos están siendo tratados como “ciudadanos de segunda clase”. Irma, el huracán que está por llegar, es de categoría 4 y en su paso por el Caribe ha devastado varias islas. Se trata de una de las tormentas más fuertes formadas este año en el Atlántico.

Los mismos errores del pasado

El dejar a los reclusos a merced de un fenómeno meteorológico como éste ha causado severos desastres en el pasado. Cuando Ike impactó en Texas en 2008, los presos de la prisión del condado de Galveston no fueron evacuados. “Esta decisión provocó un inmenso sufrimiento humano dentro de la cárcel”, según un informe de Human Rights Watch. “La infraestructura de la prisión sobrevivió a la tormenta, pero durante días los reos no tuvieron acceso a algunas necesidades humanas básicas, como el agua y la sanidad”.

Durante el huracán Katrina, algunos presos se quedaron atrapados en inundaciones de más de un metro de altura, sin comida y agua suficientes. Cuando finalmente fueron evacuados, más de 500 habían desaparecido de las listas de reubicación. “Nos dejaron ahí para morir”, reclamó en su momento Dan Bright, reo de la prisión de Orleans.

“Esta decisión provocó un inmenso sufrimiento humano dentro de la cárcel”

En un informe sobre las condiciones de los presos durante el huracán Katrina, realizado en 2016 por la Unión de Libertades Civiles Americanas, se reportaron historias contradictorias sobre las muertes de los reclusos. Mientras que la oficina del alguacil dijo que ningún reo murió durante la tormenta, los prisioneros y oficiales sí reportaron fallecimientos. “Algunos cuerpos siguen ahí”, advirtió el funcionario Luis Reyes. “Cuando los guardias estaban haciendo sus últimos barridos, había uno o dos aquí y allá. No les dimos comida ni agua”.

Según Eric Balaban, abogado del Proyecto Nacional de Prisiones, algunos reclusos experimentaron condiciones críticas durante el huracán porque eran vistos como “ciudadanos de segunda clase”. “Mover a las personas de una prisión a otra es un tarea logística muy grande”, agregó.

Criminales sin beneficios 

A medida que Irma se acercaba esta semana, el alguacil del condado de Polk, en Florida, provocó el furor después de que su oficina escribiera en Twitter que cualquier persona que buscara refugio y tuviera una orden judicial pendiente o fuese condenado por un ataque sexual sería enviado a prisión. “En realidad no creo que uno deba morir a causa de un huracán sólo por tener una orden de arresto”, manifestó un usuario a través de la red social.

“Mover a las personas de una prisión a otra es un tarea logística muy grande”

Estados como Florida y Texas planean evacuaciones ante huracanes. El Departamento de Correccionales de Texas, que supervisa a 147.000 presos en toda la región revisa las contingencias cada año, determinando cómo evacuar y reubicar a los reos. Además de trasladar a los reclusos, el departamento tiene que enviar personal adicional para mantener una proporción de internos y transportar alimentos y agua extra a esas instalación, según el portavoz Jason Clark.

“Fuimos capaces de mover a 6.000 delincuentes de forma segura y eficiente”, dijo Clark en referencia al huracán Harvey. Junto con prisiones de mayor seguridad, cinco cárceles de Texas fueron evacuadas, según Brandon Wood, director ejecutivo de la Comisión de Normas Carcelarias de Texas. “Hemos aprendido de desastres naturales previos”.

A pesar de las declaraciones de los funcionarios de Texas, hubo informes de prisioneros abandonados en condiciones extremas. Según la esposa de un reo que habló con el Texas Chronicle, una celda del primer piso de la cárcel se inundó hasta la altura de la rodilla tras el arribo de Harvey. Otros familiares argumentaron que el personal médico de las instalaciones era poco.

“Fuimos capaces de mover a 6.000 delincuentes de forma segura y eficiente”

“Es una gran tarea logística sacar a la gente de una prisión”, justificó Clark. Los reclusos de Texas fueron trasladados en autobuses a otras instalaciones. El departamento no experimentó problemas. Lo mismo no se podía decir de Katrina, donde cientos de internos fueron reportados desaparecidos tras la evacuación.

En Texas, funcionarios dijeron que las cárceles del condado construidas en los últimos 20 años son capaces de soportar huracanes de Categoría 5, lo que significa que las autoridades deben sopesar opciones de refugio en el mismo lugar o evacuar.


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