Así opina un experto en la lucha contra el terrorismo, y no tiene desperdicio

Ayer por la mañana un miembro en activo de las FFCC especializado en la lucha contra el terrorismo se puso en contacto conmigo para ofrecerme su versión de los hechos en el atentado de Barcelona, lo cual le agradecí y, por supuesto, acepté. Lo que cuenta es muy interesante y arroja luz sobre el debate de si los atentados pudieron preverse e, incluso, evitarse. Un debate que ha crecido en intensidad en las últimas horas sobre todo a raíz de que los mossos admitieran que ‘alguien’ les había advertido de que se estaba preparando un atentado de similares características.

Lo que dice el experto es que “hay que distinguir dos fases, la de investigación preventiva, que es en realidad la que puede evitar el atentado, y la fase operativa una vez cometido el atentado”, y el se centra en la primera fase y, en ese sentido, recuerda que la investigación “corresponde a los servicios de información (lucha antiterrorista), y cada uno de los tres Cuerpos Policiales en Cataluña tiene el suyo propio, al igual que sucede en Euskadi.

La competencia antiterrorista en Cataluña y Euskadi –añade- es compartida, no pertenece en exclusiva a uno solo de ellos. No detectar un comando integrado por unas doce personas, con un imán a la cabeza (persona de cierta relevancia socioreligiosa en su entorno), adquiriendo sustancias químicas precursoras de explosivos (sustancias y proceso de fabricación harto conocidos en la lucha antiterrorista, por su amplia utilización en grupos radicales islámicos), y moviéndose a sus anchas, es un fracaso a nivel de los tres Cuerpos”.

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El problema de fondo para este experto es el exceso de corporativismo: “Al quedar la competencia antiterrorista disgregada entre los tres Cuerpos, cada uno de ellos puede tener una o varias líneas de investigación, como piezas de un puzzle, pero ignora las del resto, porque la información no se comparte en absoluto (salvo lo que no tiene viabilidad ni interés relevante)”. ¿Porqué ocurre eso? “La trayectoria y ascenso profesional está muy supeditada al éxito en la resolución total del caso, por lo cual, nadie quiere diluir su protagonismo personal en aras de un interés superior. La información es como «un tesoro», y eso no se comparte”, afirma.

“Además –continúa-, corporativamente se apoya esta metodología, pues también supone un éxito corporativo la resolución de un caso importante sin la ayuda o colaboración del resto de Cuerpos, especialmente para los altos cargos”. Para evitar esto, los sucesivos gobiernos han creado organismos de coordinación que, sin embargo, son “incapaces de coger el toro por los cuernos y crear un modelo similar, por ejemplo al de USA, donde ante determinados delitos que comprometen gravemente la seguridad pública (delitos federales), un único cuerpo, el FBI, se encarga de todo el proceso, mantienen un sistema de Seguridad del Estado disgregada”.

Eso llevó a uno de los episodios más disparatados cuando “los TEDAX de la Guardia Civil, Cuerpo de seguridad estatal, tuvo que pedir permiso para intervenir a un cuerpo autonómico en un posible delito contra la seguridad del estado… Y no se lo dieron…. Y no pasó nada”. La coordinación, palabra repetida hasta la saciedad por los políticos, “solo existe en el plano teórico, intentando maquillar a efectos mediáticos (más las fotos de rigor con los equipos reunidos) una realidad impresentable ante el ciudadano. Tanto más la pronuncien, mayor síntoma de su fracaso”, concluye.

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Como consecuencia de todos estos despropósitos se produjo el incidente de Alcanar, donde “las evidencias iniciales eran de libro (casa frecuentada por «magrebies» según los vecinos, la virulencia de la explosión, el inusual número de bombonas de gas), por tanto, la hipótesis de una explosión relacionada con el terrorismo debe mantenerse hasta que no se demuestre lo contrario, especialmente en el contexto de los dos últimos años”.

¿Qué ocurrió? El experto pone un ejemplo para explicarlo: “Si nadie discute que, ante la aparición de un cadáver, se persone el médico forense para discernir si la causa fue natural o hay otros indicios, ¿por qué ante una explosión no se persona, por ley, el especialista TEDAX, a efectos de valorar causa accidental o delictiva?”. Y él mismo da la respuesta: “Porque el médico forense pertenece al Cuerpo de Médicos Forenses, único Cuerpo para todo el estado, que tiene delimitado por Ley su ámbito competencial, que actúa con criterios exclusivamente científico-técnicos”. Y eso no ocurre con los TEDAX.