La aerodinámica del vuelo de los mosquitos ha sido un misterio para los científicos. Ahora las cámaras de alta velocidad han revelado las largas y estrechas alas de los insectos y sus inusuales conductas de vuelo, descubriendo dos nuevos mecanismos aerodinámicos invisibles en cualquier otro insecto, así como planteando nuevas preguntas sobre las funciones evolutivas de tan extraños ejercicios de vuelo.
Para capturar a los mosquitos en acción, los investigadores crearon un estudio de cine en miniatura equipado con ocho cámaras de alta velocidad de grabación a 10.000 fotogramas por segundo. Esto permitió al equipo examinar las acciones de aleteo de las alas del mosquito con un nivel de detalle sin precedentes.
Hay varias características inherentes a los mosquitos que los hacen únicos en el campo de los insectos voladores. En primer lugar, tienen alas largas y estrechas que, cuando se combinan con un arco de amplitud de carrera anormalmente pequeño, dan como resultado una acción de vuelo muy extraña. Un arco de amplitud de carrera es el ángulo de cada barrido de ala individual. En comparación, las moscas de la fruta tienen un arco de la amplitud del movimiento de casi cuatro veces que de mosquitos.
Igualmente, inusual es la tasa de mosquitos que baten sus alas. Se sabe que aletean sus alas 800 veces por segundo, de nuevo casi cuatro veces más rápido que cualquier otro insecto de un tamaño comparable.
Los resultados del equipo de alta velocidad de la cámara permitieron al equipo de investigación simular el flujo de aire que rodea las alas del mosquito. Identificaron dos nuevos mecanismos aerodinámicos que permiten que estos inusuales insectos vuelen: rotación de calado y vórtices de borde de arrastre.
Ambos mecanismos son el resultado de la forma específica en que un ala de mosquito gira cuando gira al final de cada mitad de carrera. La investigación apunta a posibles nuevas innovaciones que podrían desarrollarse en la tecnología de vuelo a pequeña escala.
La parte más extraña del descubrimiento es que mientras esto explica por qué los mosquitos necesitan batir sus alas tan vigorosamente para mantener el vuelo, plantea un nuevo conjunto de preguntas sobre el beneficio evolutivo de este proceso. Esto es tanto un sistema exquisitamente refinado y notablemente ineficiente de energía.
La sospecha es que el sonido o zumbido causado por el movimiento rápido de las alas de un mosquito también tiene una función comunicativa. Es muy probable que sea la comunicación acústica«, dijo el autor principal del estudio, Richard Bomphrey, a Quartz.
Un estudio de 2014 descubrió que los mosquitos machos podían modular la frecuencia de su tono de vuelo y converger en una frecuencia similar con las hembras al entrar en los procesos de cortejo. Esto sugiere que la función de este proceso aerodinámico extrañamente ineficiente podría ser apoyada por una forma aún no identificada de comunicación para el apareamiento.
El Dr. Simon Walker, autor del estudio, considera que otro resultado de esta investigación es ayudar a encontrar formas de reducir el impacto de muchas enfermedades transmitidas por los mosquitos. «Todavía hay mucho que aprender de los insectos voladores; cuanto más sabemos sobre ellos, mejor es nuestra oportunidad de entender su comportamiento de vuelo, cómo transmiten las enfermedades y, finalmente, cómo detenerlos para evitar los contagios.»