Podemos apuesta por el contrato ‘Deliveroo’

La escena es cada vez más habitual en las calles de las grandes ciudades: un joven en bicicleta con una caja a la espalda cargada de comida. Es el nuevo modelo de repartidor que se ha impuesto con la llegada de plataformas como Deliveroo o Glovo; que vienen a ser como el Uber y el Cabify del reparto a domicilio. Para alistarse a ese ejército basta con tener tres cosas: una bicicleta, ser autónomo y, por último, tener un smartphone de última tecnología. Así de simple, y así de fácil.

Una situación que para Podemos está generando un grave problema laboral porque están proliferando una legión de «falsos autónomos». Algo que podría extenderse a otros sectores de la economía como los cuidados, la limpieza o el mantenimiento: algo que tendría un «efecto devastador» para el mercado laboral que nos acercaría a un marco «preindustrial» de relaciones laborales. Y es que, a juicio de Podemos, el «beneficio patronal es incuestionable» con este modelo ya que los gastos de la prestación del servicio recae sobre los propios repartidores: bicicleta, vehículo, licencia o gasolina.

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Así que desde el Senado el grupo parlamentario ha optado por plantear una Proposición de Ley para instar al Gobierno a que ponga coto a las «lagunas legales que hace necesario regular y desarrollar legislativamente estas nuevas economías digitales». Sobre todo, aseguran, porque se generan «relaciones mercantiles virtuales que cercenan los derechos laborales y la protección social de los trabajadores, y afecta también a nuestros sistema contributivo».

Para ello proponen desarrollar un contrato de «prestación de servicios de la economía colaborativa», que garantice los derechos y obligaciones de las partes. Generar también un programa de inspección laboral en el que se supervisen las condiciones laborales de estos trabajadores. Y, por último, un programa que evite que las multinacionales que controlan estas compañías puedan tributar fuera de nuestro país. Todo ello acompañado de una Mesa de Trabajo en la que estén todas las partes implicadas para lograr el mayor acuerdo posible.

Huelga en Deliveroo la semana pasada

Una propuesta que ahora debe ser tramitada y sometida a votación en el Pleno del Senado, y que llega días después de la huelga de repartidores de Deliveroo. Sus trabajadores exigen una mejora de las condiciones de trabajo que les garantice, al menos, 20 horas semanales, con dos pedidos asegurados y con todos los acuerdos por escrito -en lugar de verbales-. Solicitan, además, el tener un seguro por accidente laboral, y que también quede reflejado en negro sobre blanco cuál es el régimen sancionador, los incentivos y que se les pongan 8,50 euros como mínimo garantizados por hora. Es decir, dos servicios.

Una reivindicación que llega después de lo que sus empleados consideran un cambio en el criterio de la compañía. Sin embargo, la empresa asegura que el pasado mes de junio estableció un nuevo sistema -voluntario- en el que se garantiza que los trabajadores pueden percibir entre 3,38 euros y 4,50 en función del medio de transporte que empleen.

Veremos si sale adelante o se queda en una quimera. Lo que está claro es que Deliveroo, Glovo, Uber o Cabify levantan ampollas, y algo cambiará en la economía española. Y si no, al tiempo.